Vitoria

«Como metamos la pata en esto nos van a crujir»

Carlos G. advirtió a su jefe de las implicaciones políticas de la operación contra ETA que frustró el «chivatazo»

El ministro Camacho, a quien Ruz se negó a llamar a declarar en la causa del «chivatazo», ayer con Patxi López en Vitoria
El ministro Camacho, a quien Ruz se negó a llamar a declarar en la causa del «chivatazo», ayer con Patxi López en Vitorialarazon

Madrid- El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz no autorizó la celebración de un careo entre el inspector Carlos Germán, responsable de la operación contra el aparato de extorsión de ETA abortada por un «chivatazo» en mayo de 2006, y su jefe inmediato, el entonces responsable accidental de la Unidad Central de Inteligencia (UCI) José Cabanillas. Pero las declaraciones de ambos en la Audiencia Nacional acumulan unas cuantas contradicciones. Sin ir más lejos, Germán intentó rebatir a Ruz el 17 de febrero del pasado año las declaraciones de Cabanillas sobre sus reticencias a autorizar la operación contra la red de chantaje de ETA, frustrada finalmente por el «chivatazo», al producirse ésta en plena tregua de la banda terrorista y estar supuestamente implicado el histórico dirigente del PNV Gorka Aguirre, ya fallecido.
«Vamos a ver, para empezar, yo no puedo estar nunca en desacuerdo con la operación (...) porque yo soy el que la propongo», contesta el mando policial a la abogada de Dignidad y Justicia (DyJ). A continuación, explica que el 4 de mayo, cuando ya se ha producido la filtración, él está en la Audiencia Nacional. «¿Y sabe lo que yo estoy haciendo con el juez Marlaska en este despacho? Intentaba activar la operación en Francia porque los franceses no quieren activarla».

Conversación con Cabanillas
Germán sí reconoce que la mañana del 3 de mayo, el día antes del «chivatazo», le comentó a Cabanillas, en el trayecto de la Audiencia Nacional (donde se habían reunido con el juez Grande-Marlaska para preparar la operación policial) a la Comisaría General de Información, «algo así como que "como metamos la pata en esto, nos van a crujir"(...), porque llevo muchos años en la lucha antiterrorista y soy consciente del personaje que pretendíamos detener, que pretendíamos detener a Gorka Aguirre ese día. Soy consciente de lo que conlleva eso políticamente, pero eso no significa que esté en contra (...) soy consciente de esa realidad, de esa sensibilidad política, y se lo transmito a mi jefe para que él también sea consciente, de que si metemos la pata nos van a crujir, porque vamos a detener a un personaje relevante, un personaje político de relevancia del PNV».


«Los franceses, ni puñetero caso»
Germán se quejó de la falta de colaboración francesa para llevar a cabo la operación contra ETA en territorio galo (tras detectar la entrega de unos sobres), «a pesar de que yo insisto hasta la saciedad, que tengo una bronca de mil pares de demonios». «Y no nos hacen ni puñetero caso –se lamenta–. Ni a él (Marlaska) ni a mí».