Estados Unidos
Tan popular como su marido por Valvanuz Sánchez de Amoraga*
El presidente Obama ha estado totalmente arropado por su mujer Michelle, que se ha convertido en los últimos cuatro años en uno de los personajes políticos más populares.
Michelle tiende a realizar discursos emotivos, hablando de su vida personal, haciendo innumerables guiños a temas controvertidos que apoyan a su marido, sabe empatizar con su electorado, moverse y le gustan los medios de comunicación. Recuerda en todos sus discursos sus orígenes sencillos, dando de esta forma un tinte de humanidad a Obama y permitiendo a su electorado identificarse con ellos. Siempre muestra una imagen de apertura, no cruza en la parte superior los brazos, muestra la parte izquierda de su rostro en las intervenciones y unido a una mirada directa y a una gran expresividad en su rostro hace que tienda a caer bien a la ciudadanía.
Otorga prioridad en todo momento a sus hijas Malia, de 14 años, y Sasha, de 11, dando una imagen de madre responsable, algo muy valorado en Estados Unidos, autodominandose «madre en jefe», sobrenombre que nos describe un carácter fuerte, con personalidad. Michelle Obama es una mujer con una gran inteligencia emocional porque sabe incluir en todos sus discursos el sentido del humor y los valores americanos de esfuerzo y de lucha ante la adversidad. Sólo en algunas ocasiones nombra en sus discursos al andidato republicano Mitt Romney o a su mujer. Suele centrar sus discursos en apoyar a su marido Barack, hablando siempre en positivo, de forma optimista y con una gran sonrisa en los labios. Michelle sabe que tiene el voto femenino y lo fomenta en sus discursos. La primera dama emplea muy bien su lenguaje no verbal, destacando su voz, cercana, dulce y con mucha fuerza, que unido a un discurso emocional llega maravillosamente bien a la gente. Posee una kinestésica muy emocional que permite empatizar con ella muy fácilmente.
*Valvanuz Sánchez de Amoraga es psicóloga
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