No me seas carbón

Al paso que vamos, tendremos que alumbrarnos con velas o con el carbón que «sanZPdelasruinas» nos dejó por Reyes. ¡Vaya cuesta nos espera! Los ganadores siempre tienen un plan, ergo convirtamos la cuesta en lanzadera y deshagámonos de todo lo malo del 2010, incluido «ZP&cia» que ha convertido España en sinónimo de quiebra con la contribución de la ciudadanía (mucha rana cocida) por acción u omisión. Fomentamos lo que permitimos, nadie nos hace nada que no consintamos. En 2011 hagamos el propósito de no consentir que nadie nos desgobierne ni convierta en marionetas de su incompetencia, estulticia y sectarismo ya sea en política, trabajo, o relaciones personales. Hazte ángel del despertar y dale con la varita al personal a ver si así les despejamos las neuronas. Se acabó el culpar. ¿Sufrir o rebelarse? ¿Perder o ganar? ¿Victimizarse o convertir problemas en oportunidades? Aguantar, disimular, tragar, disculpar, justificar, negar, asumir desastres de otros, se desaconseja por inútil. Mejor exigir responsabilidades: «Si lo rompes, lo pagas». Sin determinación nos salen telarañas en la mente. Piensa, habla claro, no disimules, se valiente y… ¡descuécete! Es momento de apostar por la renovación, regeneración, y saneamiento de las estructuras personales y generales. Empresas, ciudadanos, políticos, instituciones, debemos re-evolucionar, soltar lastre, deshacer errores, rectificar. O asumimos la realidad o ésta nos dará bofetones hasta en el carné de identidad. ¿Renovarse o estrellarse? Cada uno elige. Prefiero vivir un día de pie que toda mi vida de rodillas. No me seas carbón… ¡ZP, renuévate, y césate!