Fuencarral

Gallardón y la conquista peatonal

Ha recuperado más de un millón de metros cuadrados para los ciudadanos Recorrió ayer el eje peatonal que une Fuencarral con la Plaza de Oriente

058mad30fot1
058mad30fot1larazon

MADRID- Qué mejor forma de empezar el día que paseando por el centro de Madrid. Y eso fue lo que hizo ayer el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. A las diez de la mañana se reunió en el Mercado de Fuencarral con varios miembros de su Gobierno y medios de comunicación y desde allí inició un recorrido a pie para comprobar lo que han cambiado las calles desde que se peatonalizaron. Ante semejante comitiva, fueron muchos los madrileños que se acercaron a saludar al edil, a los que atendió amablemente. El paseo continuó por Montera, la Puerta del Sol, Arenal, Ópera y finalmente, la Plaza de Oriente. En todas ellas se había instalado una composición con fotos del antes y el después de las obras y la mejora es notable. Las imágenes de 2003 mostraban las mismas zonas pero atravesadas por calzadas y las de ahora enseñaban la radical transformación que han sufrido, permitiendo al ciudadano desplazarse cómodamente sin necesidad de utilizar el coche.
Cualquiera puede pensar que ir andando desde Fuencarral hasta el Palacio Real llevaría mucho tiempo, pero nada más lejos de la realidad. A un paso normal no se tarda más de media hora en atravesar los 1.600 metros que separan los dos puntos, un recorrido que Gallardón dio por finalizado tomándose un café con churros junto a su equipo. El alcalde quiso explicar por qué eligió las diez de la mañana para realizar el paseo: «Es la hora de carga y descarga en los comercios. Muchos se opusieron a estas obras porque temían que afectara a la zona comercial. Pero hemos comprobado que bien gestionado, todo es compatible».
Más espacio junto al río
Gallardón también recordó que hace ocho años el asfalto aislaba a Madrid del río y los coches lo invadían todo, hasta que decidió romper esa dinámica de ganar espacio para los vehículos y dárselo a los peatones, a pesar de las dificultades: «Podríamos haber elegido caminos más fáciles, pero optamos por aquel que, aun exigiéndonos superar más desafíos, presentara mayores beneficios».
Pese a la incomodidad que siempre llevan las obras para los ciudadanos, el resultado no puede ser mejor. Se han recuperado más de un millón de metros cuadradados para los viandantes, además del otro millón de metros cuadrados de Madrid Río. Así, también destacó algunas de las actuaciones que han regenerado el espacio público, como las 8.845 nuevas plazas de aparcamiento y las siete pasarelas que cruzan la M-30. La prueba más clara de que el Consistorio ha inclinado la balanza a favor del peatón es que de los ocho millones de metros cuadros de pavimentos que se han incorporado a Madrid, cinco son aceras y sólo tres, calzadas.
Además de peatonalizar el eje que une Fuencarral con Plaza de Oriente, también se ha habilitado para los paseantes la Cuesta de Moyano, se han ampliado las plazas de Tirso de Molina y Manuel Becerra y los Bulevares de Ibiza o Sainz de Baranda. También han sido renovados 32 ejes comerciales como Serrano, General Ricardos y Bravo Murillo, en donde los paseantes pueden disfrutar de 82.100 metros cuadrados más que antes. Los soterramientos también han sido una buena forma de ganar espacio para los peatones, como los que se hicieron con la Línea 5 entre Campamento y Empalme. Tal y como concluyó Gallardón: «En Madrid ha dejado de ser el rey el automóvil, ahora lo es el madrileño».