El samaritano de Metro

Él y los otros dos empleados de Metro por cuyas manos pasó una cartera «sin dueño» con más de 1.300 euros en efectivo. Entre ellos sí gastaron alguna broma acerca de quedarse o no con el «botín» pero, en realidad, todos tuvieron claro cuál era su «misión»: devolverla a su propietaria.

Fue un empleado de seguridad de la estación Aeropuerto T1, T2, T3 quien la vio primero. Estaba tirada al lado de una máquina expendedora de billetes; la recogió y se la llevó a David, que es el jefe de sector de la estación. Éste la abrió y comprobó que tenía nada menos que 1.335 euros en su interior.

Por el DNI que había en la misma, la cuantiosa suma pertenecía a una mujer belga, así que David bajó al andén a toda prisa por si la propietaria aún estuviera esperando la llegada del convoy en algún andén. «No vi a nadie que se pareciera a la foto del DNI así que desistí en el intento», explica David Alcázar, que trabaja en la empresa pública desde hace siete años.

«Si hubiera sido cualquier otra cosa, hubiera permanecido unos días en el vestíbulo de la estación, por si el usuario volviera a reclamar, y luego se trasladaría al almacén de objetos perdidos. Pero al tratarse de una cantidad de dinero tan importante decidí llamar a mi jefe para ver qué hacíamos con ella», afirma.

Gracias al procedimiento de custodia, la persona que había perdido la cartera, una mujer belga que está visitando a su hijo que actualmente estudia en una universidad madrileña a través de las becas Erasmus, al llamar al Centro de Atención al Cliente, consiguió localizarla y recuperarla. El trabajador que encontró la cartera y se percató del contenido de la misma ha sido felicitado por la dirección de la compañía metropolitana.

David Alcázar, como jefe de sector de una estación de aeropuerto, asegura que a lo largo de los últimos años ha visto todo tipo de objetos perdidos, como maletas, ordenadores portátiles y cámaras de fotos, pero nunca una cartera con tanto dinero.