Esquerra se despide del tripartito

Aunque para ERC, el pleno extraordinario sobre el Estatut, era el mejor de los escenarios para avisar a sus socios de gobierno, PSC e ICV, de que «nuestro trayecto juntos acaba», porque los republicanos «iniciamos la transición hacia la independencia». En precampaña y una semana después de la manifestación en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, se erigió como portavoz de los independentistas que participaron en la protesta. Puigcercòs convirtió, a través de un enérgico discurso, la independencia en necesidad. Alegó que «España nunca ha respetado a Cataluña», que, «como dice Rajoy, España sólo nos quiere de rodillas y pagando» y que «la independencia es la solución para no perpetuar la fatiga de Cataluña». Puigcercòs echó mano del mito de Sísifo –Sísifo fue condenado por los dioses a empujar una piedra, pero antes de que alcanzase la cima la piedra siempre rodaba hacia abajo y tenía que empezar de nuevo desde el principio–, para visualizar que Cataluña está condena a una fatiga perpetua junto a España. Reprochó al PSC que no rompa sus cadenas con el PSOE y a CiU que haga de lobby en Madrid en defensa de intereses privados y avisó a los electores que el debate ya no es «tripartito sí o no», sino «autonomía o independencia».