Comunidad de Madrid

La eterna incógnita: Irá Gallardón en las listas

Todos en el PP lo tienen claro: Mariano Rajoy no quiere que se alimente en público el debate de las listas. Algún diputado actual ha tenido incluso la osadía de intentar sacarle a relucir la cuestión en un roce en el Congreso y la negativa fue tajante. En el entorno del presidente popular sostienen que a día de hoy no tiene este asunto en su agenda de prioridades y que no lo introducirá hasta la primera quincena de octubre.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón no ha dicho esta boca es mía
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón no ha dicho esta boca es míalarazon

Esta doctrina oficial no quita para que las organizaciones regionales hayan empezado ya a moverse para confeccionar las candidaturas. Si algo está también claro en medio de este «sí pero no» con el que se abre el debate de las listas es que Rajoy quiere continuidad en el grueso del grupo parlamentario porque está contento con el trabajo realizado y porque tampoco quiere líos añadidos que le distraigan de su prioridad: el agravamiento de la crisis económica.
El morbo está en Madrid y en qué ocurre con el grupo de dirigentes que cuestionaron la gestión de Mariano Rajoy del Congreso de Valencia, en el que revalidó su liderazgo en el PP tras la derrota electoral de 2008. Algunos ya han dejado su escaño, como es el caso de Juan Costa.

Dos de las víctimas de aquella renovación forzada en Valencia para dar oxígeno a Rajoy, Eduardo Zaplana y Ángel Acebes, también ya han renunciado. Y ahora en las filas del PP se preguntan qué va a ocurrir con los que quedan todavía en la bancada popular. Fuentes cercanas a Rajoy se limitan a precisar que no es una persona «rencorosa» ni aficionado a «pasar el cuchillo», pero que «sería lógico que tenga en cuenta quiénes han aprovechado las oportunidades que se les han dado y quiénes, sin embargo, no lo han hecho».
La lupa está puesta en nombres como el de Carlos Aragonés, Cayetana Álvarez de Toledo, Gustavo Arístegui, Gabriel Elorriaga o Ignacio Astarloa..., por ejemplo.

El otro foco de atención es el futuro del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. Cosa que nunca ocurrió antes de las últimas elecciones generales, cuando pocos eran los dirigentes que se mojaban a favor de la tesis de que iría en la lista, en esta ocasión sí hay un generoso grupo de notables que se inclina en esa dirección. Pero Rajoy no ha dicho esta boca es mía y Ruiz-Gallardón, tampoco.
El principal problema del alcalde está en su sucesión, no resuelta a nivel municipal. Ése es un frente que se abriría realmente en canal cuando diese el paso de entrar en un Gobierno de Rajoy, aunque su salto al Congreso empezaría a calentarlo. Y la otra variable a considerar es cuál sería en esta ocasión la reacción de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, después del cisma que provocaron hace cuatro años los amagos con la candidatura del alcalde al Congreso.

Y por último, la gran pregunta: ¿quién será esta vez el «número dos» de Rajoy? En 2008 lo fue el «fichaje estrella» de Manuel Pizarro, que hoy ya ni está en el Congreso. En las filas populares especulan con los nombres de Ana Mato y de Soraya Sáenz de Santamaría. Pero también hablan del fichaje de algún independiente.