Europa

Córdoba

Herederos de Europa por Enrique Miguel RODRÍGUEZ

La Razón
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Diez son las monarquías que permanecen en Europa, todas ellas garantes de la democracia y las libertades en sus respectivas naciones. Además de cumplir las constituciones, como no podía ser de otra forma en nuestros días, siguen aportando en vivo las respectivas historias y ese toque de magia, que no sólo se disfruta en Europa, se vive en todo el mundo. Luxemburgo es un país con poco más de medio millón de habitantes y 2.500 km de extensión, que fue varios siglos parte de la corona española. Para situarnos, tiene la población de Huelva y la extensión de la capital. Desde pequeño el nombre del país me resultaba fascinante, debido al impacto que me produjo ver la representación de la opereta «El Conde de Luxemburgo», que interpretaban magistralmente Luis Sagi-Vela y Luisa de Córdoba. Todo lo anterior es para comentar la boda del heredero del Gran Ducado con una noble belga. Las alfombras volvieron a servir de suelo para el paseo de los futuros reyes de la Unión Europea. Todos los medios se volcaron con el enlace, que sirvió de comentario sobre lo estupenda que iba Doña Letizia; lo exótica que aparecía la princesa Laila Salma, esposa del rey de Marruecos; y que Mette Mary había metido otra vez la pata. No se va de negro a una boda y menos a pleno sol... Otros temas han sido ciertos escritos, ciertos comentarios sobre la novia. Efectivamente, Stephanie de Lannoy es noble, otra cosa es que sea un matrimonio entre iguales. Afortunadamente, ya no hay ninguna Casa Real, ni ninguna Constitución, que obligue a un heredero a casarse con una persona de estirpe real, una noble no tiene esta condición. Pongamos dos ejemplos de la Corona de España. El infante Don Jaime no sólo renunció a sus derechos por sus problemas físicos, también lo hizo por su casamiento con Enmanuela Dampierre, de familia aristocrática pero no Real. Igual pasó con las hermanas del Rey, las Infantas Pilar y Margarita, que perdieron sus derechos por sus bodas.