Bruselas
Los 27 condenados a perder soberanía para salvar el euro
La UE abre la negociación para centralizar la supervisión bancaria y crear un Tesoro europeo que emita deuda común
BRUSELAS- En tan sólo una década Europa debe dar un paso de gigante. Así lo creen los responsables de las principales instituciones europeas –Herman Van Rompuy (Consejo), José Manuel Durao Barroso (Comisión), Jean Claude Juncker (Eurogrupo) y Mario Draghi (Banco Central Europeo)– que han preparado el documento de trabajo llamado a ser la base de la discusión que mantendrán los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete en la cumbre que se celebra mañana y el viernes en Bruselas.
1 Conjugando la austeridad germana y los deseos mil veces repetidos de otros socios europeos como Francia respecto a la creación de eurobonos, las instituciones europeas intentan poner de acuerdo a todo el mundo en una cita que se ha vuelto a calificar de «histórica», en cuanto que podría suponer un cambio trascendental en la construcción europea. Según el texto, y en los mismos términos que se ha expresado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el objetivo es mostrar la «irreversibilidad» del euro.
2 «Los pasos hacia la introducción de eurobonos se podrían considerar, siempre y cuando exista un marco sólido para la disciplina fiscal y la competitividad, y evitar la falta de responsabilidad de uno u otro», dice el documento, que se estructura en cuatro pilares. Por tanto, el mensaje es que antes de «comunitarizar» habrá que dar muchos pasos, que pasan por ceder soberanía nacional en materia presupuestaria a favor de las instituciones comunitarias.
3 En el caso de no haber acuerdo entre los estados miembros, la zozobra que ahora mismo ataca al Viejo Continente será mayor, pues lo que está sobre la mesa supone ir hacia una mayor integración financiera y económica, con un mayor control presupuestario, la creación de los eurobonos a medio plazo y, más a largo, de un Tesoro europeo. Todo conforma un puzle que encaja a la perfección y que supone que la ausencia de una pieza afectaría irremediablemente al conjunto de la Unión Económica y Monetaria.
Para lograr un marco financiero integrado, se propone trasladar la responsabilidad de la supervisión de todos los bancos a la UE (con capacidad de actuación preventiva y papel predominante del BCE), crear una herramienta común para la ayuda a bancos a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que podría «cerrar ordenadamente las entidades no viables y proteger así a los contribuyentes», y garantizar los depósitos de los ahorradores.
4 El siguiente pilar sería garantizar un crecimiento sostenible y la necesaria legitimidad democrática. Finalmente, se creará en la eurozona un «órgano presupuestario, como una oficina del Tesoro», que se encargará de «gestionar las interdependencias económicas» entre los estados.
5 En materia presupuestaria, la cesión de soberanía supondría prevenir y corregir políticas fiscales insostenibles de los estados miembros, fijando topes para el equilibrio presupuestario anual y para los niveles de deuda, de modo que la emisión más allá de ese umbral requeriría la aprobación de los socios e, incluso, «la eurozona estaría en posición de exigir cambios en las partidas presupuestarias» nacionales si incumplen las reglas. A partir de ahí, podría contemplarse, «a medio plazo», la emisión de deuda común, de manera que sólo se introducirían los eurobonos cuando haya «un marco de disciplina presupuestaria robusto» para evitar el riesgo, tal y como exige Alemania.
Van Rompuy no quiere forzar una decisión final esta misma semana, sino que invita al debate y prevé que esta hoja de ruta pueda ser discutida en la cumbre de diciembre, con un informe intermedio para el Consejo Europeo de octubre, mientras que la Comisión podría comenzar a trabajar sobre las propuestas legislativas. «Hoy en día la Unión Económica y Monetaria se enfrenta a un reto fundamental. Tiene que ser reforzada para garantizar el bienestar económico y social», sentencia el presidente del Consejo.
«Mientras yo viva no habrá eurobonos»
La canciller Angela Merkel aseguró ayer en un encuentro con uno de los partidos de su coalición de Gobierno que Europa no tendrá una responsabilidad compartida por su deuda mientras ella esté «viva», según fuentes de la reunión. En un encuentro con miembros del Partido Democrático Liberal, la canciller sostuvo que tampoco habrá responsabilidad compartida por la deuda dentro de Alemania.
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