Crisis en el PSM

Getafe y sus deudas

La Razón
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Ser parado es una desgracia; ser proveedor de un ayuntamiento es una doble desgracia, porque además de tener grandes posibilidades de quedarse en el paro, te pueden embargar hasta la pelusilla de las butacas. Si los ciudadanos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades encadenados como galeotes al falso soporte del crédito perpetuo, los ayuntamientos se han desmelenado de tal manera que no hay Plan E que les asfalte los socavones del presupuesto.
Como disculpa aducen que han estado asumiendo competencias ajenas. Allá los filipinos, que diría un castizo; es como si uno va al banco y le cuenta al director que le deja la mensualidad colgando porque tiene que costear el podólogo de su cuñada.
Ahora es el Ayuntamiento de Getafe el que destapa una deuda descomunal por la dejadez de no pagar en tiempo y forma al IVIMA. Catorce millones de euros, de los cuales diez son producto de la demora.
Por lo visto, el alcalde de Getafe, Pedro Castro ha estado utilizando la táctica del inquilino de la buhardilla del «13 Rue del Percebe» para esquivar a los acreedores, y ahora llega Paco con la rebaja para todos los getafenses. Y eso que hablamos del alcalde de los alcaldes… o quizá precisamente por eso.