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Carminho el fado es ella

Cuándo: hoy a las 21:00 horas.Dónde: Teatro Circo Price. Ronda de Atocha, 35. Madrid. Cúanto: desde 15 euros.

Carminho el fado es ella
Carminho el fado es ellalarazon

«El fado siempre ha estado en mi vida». Es la frase con la que nos recibe Carminho, una de las jóvenes promesas del género portugués. Tiene 27 años y unos ojos oscuros vivísimos. Le sale sólo cantarlo y esta noche lo demostrará en el Price, donde presenta su nuevo trabajo, «Alma». Dice que se recuerda con cinco años, escuchando cantar a su madre, una reputada fadista: «Hacía jam sessions de fado junto con sus amigos». Cuando viajaba la familia por Portugal en el coche se escuchaba el fado «y ella nos enseñaba a cantarlo en polifonías», asegura. Este cantar calmo atravesó su vida y es lo que la ha dotado de sentido: «La gran pregunta que me hacía era si sería capaz de dedicarme a ello. Pensaba que era muy fácil, pero, ay, cuando empecé... He trabajado muchísimo porque sin esfuerzo no se consigue nada».

Auténtica vocación
Cuando acabó sus estudios de marketing cerró una puerta, pero inmediatamente se abrió otra: «Fue en 2007; me fui de voluntaria con una prima y una mochila a la espalda. Sentía que no estaba satisfecha con mi licenciatura. He vivido en un país privilegiado y nunca me ha faltado nada. He tenido juguetes, no he pasado frío ni hambre. Lo que ví me abrió los ojos. Cuánta miseria. Aquella experiencia me resultó liberadora y me di cuenta de que el fado iba a ser mi vocación».

Considera a su madre, Teresa Siqueira, su primera referencia, y también Amalia Rodrigues, «que no es un cliché, sino una verdad porque ha sido y es la más grande como una fuerza de la naturaleza con coraje e inteligencia emocional». Da más nombres: Beatrice de Conceiçao, Fernando Mauricio, Carlos do Carmo, «es un único», y Camané, «otro de los pesos pesados que me cuenta historias de los antiguos y de los que van a llegar».

Para ella el fado «no pertenece sólo a los profesionales. Se canta porque gusta y está en el alma de los barrios portugueses». Ha descubierto en España el café con hielo («todo un invento») y a Pablo Alborán, con el que interpreta «Perdóname». «Estar con él en el escenario es maravilloso. Es un ángel lleno de talento que posee la generosidad de los grandes». Ha esperado la cita de Madrid con la misma pasión con se aguarda a un enamorado. «Tengo una responsabilidad y voy a darlo todo».

 

La cercanía de Letizia
Cuando hace un mes los Príncipes de Asturias visitaron Portugal, ella fue una de las elegidas para conocerlos. «Me sentí orgullosa de poder hablar con ellos. La Princesa es tan cercana... Le dediqué un disco y había comprado ella otro para que se lo firmara a unos amigos que me siguen en España. En la cena canté para ellos. Fue un orgullo porque representaba a Portugal. Y me sentí grande».