El reality show de la sucesión

La posible sucesión de Zapatero se ha convertido en un reality show. En circunstancias normales sería, incluso, divertido porque refleja una descarnada batalla por el poder pero la situación de España hacía aconsejable que no se abriera este debate. Es el juego de las sillas donde todos se intentan situar y algunos se caen por el camino. Zapatero mueve los hilos, aunque no creo que haya tomado una decisión. La esperanza es lo último que se pierde y supongo que espera un milagro que le permita recuperarse. Es un animal político al que no le gustaría jubilarse con una derrota, ya sea directa o indirecta. Rubalcaba parece el mejor situado, pero no hay que descartar que sea un simple señuelo que utiliza el presidente para recuperarse. No me sorprendería que, en la hipótesis de abandonar quisiera apuntarse el tanto de promover la candidatura de una mujer. En cualquier caso cada vez estoy más convencido de que hará todo lo posible para que Zapatero suceda a Zapatero. En cualquier caso hay reality para rato.