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Un mensaje oportunopor Carmen Enríquez

La Razón
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Un año más, las palabras del heredero de la Corona no han decepcionado. Palabras como recuperación de la ética, respeto a las leyes de nuestro Estado de derecho, espíritu de servicio de los políticos a los ciudadanos y compromiso de todos para afrontar la crisis económica señalaron las preocupaciones del Príncipe de Asturias en momentos tan adversos como los actuales. Ya se ha convertido en tradición que Don Felipe dedique la última parte de su intervención en la entrega de los premios que llevan su nombre a lanzar su mensaje más personal y comprometido. Y eso es exactamente lo que hizo también ayer Don Felipe al señalar la importancia de la ética en estos momentos difíciles que estamos viviendo, un momento para recuperar valores «extraviados» en los últimos tiempos, aunque no perdidos del todo, como la generosidad, la integridad, el esfuerzo y la excelencia.
 El heredero de la Corona recordó a los políticos y a todas las instituciones del Estado su deber de servir a los ciudadanos, de tener como norte su bienestar y de atender a los intereses generales. Unas palabras muy significativas ahora, cuando la opinión pública no tiene en mucha estima a la clase política. A pesar de ser consciente de la dificultad para superar el desaliento y el pesimismo de los que sufren directamente las consecuencias de la crisis económica, Don Felipe quiso hacer hincapié en la necesidad de promover una conciencia social que valore lo mucho que tenemos de positivo, que potencie nuestra autoestima, que nos ayude a proyectar una buena imagen de nuestro país y que alimente la esperanza de los ciudadanos. No podía faltar una mención a la España que queremos para este siglo XXI. Un país que debe resolver las diferencias respetando las leyes en el marco de nuestro Estado de derecho, con la decidida voluntad de superar los desencuentros. Un futuro, recordó el Príncipe, basado en el respeto y la confianza mutua entre todos los españoles, «en el que podamos trabajar cada uno con su propia personalidad y con espíritu constructivo en un mismo proyecto de convivencia».