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«Manifesta es como las olimpiadas del arte contemporáneo»

El titular de Cultura considera que la bienal, que arrancará el 9 de octubre, «supondrá ser la capital del arte en el panorama europeo durante tres meses»

«Manifesta es como las olimpiadas del arte contemporáneo»
«Manifesta es como las olimpiadas del arte contemporáneo»larazon

Pausado, cauto y pensativo, Pedro Alberto Cruz, nos recibe rodeado de libros, algunos devorados y otros por consumar, carteles de seminarios que un día organizó y disfrutó en primera persona, en un lugar emblemático en su vida que, a día de hoy, todavía ama, admira y recuerda. En un principio esta entrevista estaba prevista en el despacho del que dispone en la Consejería de Cultura y Turismo pero, una hora y media antes, me informan de su traslado al Cendeac aprovechando una rueda de prensa en el mismo edificio. Dicho y hecho.

Acompañados por los estudiantes que silenciosamente leen en la biblioteca del centro, comenzamos nuestra conversación, en la que el eje central será Manifesta 8: La bienal de arte contemporáneo itinerante que dará su pistoletazo de salida el próximo 9 de octubre.

-¿Qué supone para la Región de Murcia acoger un evento de esta envergadura?
-Se trata del acontecimiento cultural más importante que se va a celebrar en España. De una de las grandes citas del arte contemporáneo a nivel mundial. Supondrá ser la capital del arte en el panorama europeo durante tres meses. Esa coyuntura, a la que muy pocas localidades tienen capacidad de acceder, tenemos que aprovecharla al máximo para que sus efectos se prolonguen a lo largo de mucho tiempo en la Región.

-¿Cuántas personas se esperan que asistan y qué supondrá en términos económicos?
-Las valoraciones que hemos hecho, hasta el momento, siempre han sido de mínimos para luego no incurrir en errores. Partiendo de esto, estamos hablando de unos 100.000 visitantes y de unas 75.000 pernoctaciones extra, a las que habitualmente se realizan entre octubre y enero en los hoteles de la Región, que es la temporada baja. En este sentido, los hoteles de la Comunidad nos están diciendo que Manifesta les ha salvado este último tramo del año. Para la inauguración muchos de ellos están completos. Nada más que hay que tener en cuenta que, para ese día, hay previstas dos mil personas, quinientas de las cuales son periodistas y que van a garantizar una cobertura del evento sin precedentes. Todavía no podemos hablar de cifras, en cuanto a impacto económico, pero si pensamos en la campaña de comunicación que esto va a suponer para la Región, estaríamos hablando de muchos millones de euros.

-¿Considera que el arte puede contribuir a acercar las dos orillas del Estrecho?
-En principio cualquier acción que salga del ser humano tiene esa capacidad. Tampoco voy a mentir si digo que la mayor parte del arte contemporáneo vive de espaldas a la realidad. Es un arte absolutamente inútil. De hecho, siempre que se habla de arte político, y eso se hace en muchas ocasiones, nos estamos refiriendo a un género más del arte como podría ser el bodegón o el paisaje. La mayoría del arte político es absolutamente inocuo, es una forma más de estar en el mercado y de que las galerías y coleccionistas te valoren, pero nada más. Por eso, lo bueno que tiene Manifesta es que huye de los grandes nombres y se ha basado, en este caso, en tres colectivos que están trabajando durante mucho tiempo y han creado redes. Los artistas que vienen creo que están bastante comprometidos, que no tienen excesivas ataduras comerciales, y que la mayor parte de ellos basan su trabajo en procesos de investigación sobre el terreno. Por tanto, no van a hablar de teoría, sino que esta realidad Norte-Sur la comprenden como una cuestión compleja, dramática y sobre la que hay que tomar determinaciones. Ojalá el arte fuera más útil de manera continuada, día a día.

-Si tuviese que escoger dos proyectos, de todos los que se van a exponer, ¿con cuáles se quedaría?
-La verdad es que me quedaría con el trabajo que está haciendo Pedro G. Romero en el barrio de Santa Lucía en Cartagena, intentando que todo lo que es el sustrato social participe en el evento. También propuestas como el enseñar el arte a los ciegos y que recorran la ciudad de Murcia, podrían ser paradigmas de lo que es Manifesta. Proyectos, la mayoría de ellos, comprometidos con su entorno, cosa que no suele ocurrir en las bienales. Habitualmente hay una fractura entre lo que sucede dentro del espacio expositivo y lo que tiene lugar fuera. Aquí se ha intentado evitar eso. Pero de Manifesta me quedaría con el importante programa educativo que hay y con la formación que se ha realizado a muchos jóvenes murcianos que van a ampliar sus competencias en arte contemporáneo.

-Y al ciudadano de a pie, no entendido en arte contemporáneo, ¿cómo le explicaría qué es Manifesta?
-Para que fuese consciente de todo lo que se nos viene encima le diría que Manifesta es como las olimpiadas del arte contemporáneo. Se hace cada dos años, en una ciudad europea, se opta a ella por candidatura compitiendo con otras ciudades, y es muy difícil acogerla. Manifesta es un espacio donde, a través del arte, se intenta reflexionar sobre diferentes asuntos y por tanto hacer una sociedad mejor. Aunque esto pueda parecer una frase un tanto ingenua. Realmente esto es lo que se pretende. Manifesta es el evento que intenta aproximar el arte a la gente. Manifesta, aunque siempre juego con la paradoja, es un fenómeno que intenta utilizar lo contemporáneo como modo de rescatar la memoria.

-Algunos galeristas critican que, en el País Vasco, cuando tuvo lugar Manifesta 5, los ciudadanos fueron a las exposiciones los primeros días después de la inauguración, pero después no continuó la afluencia de público y mucha gente no llegó a ser consciente de que su ciudad acogía la bienal, ¿qué se hará en Murcia para evitar esto?
-Hay una campaña de comunicación perfectamente orquestada y la participación de centros escolares y colectivos es muy importante. Hay muchísimos grupos de la Región que han confirmado su asistencia. Además, con los puntos de información que se han puesto por la ciudad, y toda la preparación que ha habido a través de prensa, hay mucha población que ya conoce lo que es Manifesta y que va a permitir que el flujo de visitantes sea constante.

-Una parte de los artistas murcianos se queja por el bajo presupuesto con el que cuentan en la sección «Eventos Paralelos» (200.000 euros frente a los 3 millones restantes destinados a la bienal), ¿qué criterio se ha seguido para la distribución económica?
-Hay criterios y juicios para todos los gustos. Pero creo que tenemos que indicar que han sido muy pocas veces las que se han invertido una cantidad como 200.000 euros en favorecer y hacer visibles proyectos que tienen un carácter casi marginal, como es el caso de los que se están desarrollando en muchos mucicipios de la Región. Y la capacidad que van a tener los agentes locales de entrar en contacto con los profesionales más influyentes del panorama internacional, es una oportunidad única que de otra manera no la tendrían. Y naturalmente primero hay que construir la caja de resonancia, que es Manifesta 8, para que luego esas propuestas que se realizan desde la Región tengan esa capacidad de difundirse fuera de lo que son las fronteras de la Comunidad.

-¿Repetirá en las próximas elecciones?
-Eso no depende de mí, sino del presidente. Si él quiere contar conmigo, ahí estaré, tanto mi equipo como yo para dejarnos la piel y seguir incrementando el prestigio de la Región en los sectores que se nos ha dado la competencia: cultura, turismo y deportes.

-Hay quienes le señalan como ministro de Cultura si Rajoy llegase a ser presidente, ¿qué opinión tiene al respecto?
-Evidentemente es halagador que existan este tipo de rumores, pero no deja de ser un piropo que lo único que hace es seguir dándote fuerzas para trabajar día a día en la Región. Además, el margen que se tiene en una comunidad autónoma, por todo lo que hay que hacer, es muy amplio, cosa que no ocurre a nivel nacional porque los proyectos están más enraizados.

-¿Alguna novedad en el tema Paramount?
-En los próximos días podremos hablar de una localización concreta. También estamos trabajando en el diseño del parque para que juntos conformen lo que queremos, que es la ciudad del ocio más importante de toda Europa.

-¿Cómo va el tema de los inversores?
-Hay muchas líneas de negociación abiertas. Ahora mismo queremos cerrar el tema de los terrenos, porque los inversores sabemos que hay, ya que existen muchas ofertas. Además, creo que estamos en las mejores manos, que son las de Jesús Samper. Es un empresario que no solamente está cómodo con el proyecto, sino que tiene una confianza absoluta en el mismo y en los futuros beneficios.

-¿Qué otros proyectos tiene entre manos, ya no sólo como consejero, sino como escritor?
-Voy a publicar en los próximos dos meses un par de ejemplares. «Diario de la decepción», que es un libro de aforismos y «Momentos de lo político. Arte, arquitectura y gestión cultural», que si todo va bien presentaré el próximo mes de noviembre en Oporto. Ahora mismo, también estoy redactando «El cuerpo apasionado», un trabajo sobre la pasión en el arte contemporáneo que me ha llevado más de dos años de investigación.


En clave personal: «Admiro el riesgo y la pasión»


-Si fuera un artista plástico, ¿qué disciplina trabajaría?
-La performance.

-¿Críticas o halagos?
-Me quedo con las críticas. Los halagos la mayoría de las veces no les hago caso. No me gusta la autocomplacencia.

-Una preocupación.
-Todas. Soy una persona que vive enteramente en la preocupación, en la duda y que muy raramente tiene un momento de alivio.

-Una virtud y un defecto.
-El mismo: que confío mucho en la gente.

-Lo más gratificante e ingrato de ser consejero.
-Lo más gratificante es que todas aquellas cosas que siempre has querido hacer, tienes capacidad para llevarlas a cabo. Lo más ingrato es que haya personas que te juzguen a priori y que hablen de ti sin conocerte. No me importaría que todas esas personas pasaran 24 horas conmigo, invitarlas a comer, a un café o a cenar, y charlásemos de todo lo que quisieran. Creo que no se puede hablar absolutamente de nadie, sin antes tener una experiencia con esa persona.

-Un recuerdo triste y uno alegre.
-Todos los recuerdos que tengo son tristes, cuando me gustan, porque ya se han ido. Y cuando me disgustan, porque lo pasé mal cuando ocurrieron.

-Un referente.
-Marcel Duchamp.

-Lo que admira y lo que detesta.
-Admiro el riesgo, el compromiso y la pasión. Detesto la cobardía, la apatía y que te tengan que decir lo que debes hacer.

-¿Noche o día?
-Noche y día. Ojalá pudiera estar sin dormir las 24 horas. Es la mayor maldición del hombre, que tenga que dormir.

-Una frase.
-«No hay solución porque no existe ningún problema» de Duchamp.

-Lo que más y lo que menos le gusta de Murcia.
-Lo que más la calidad de vida y lo que menos la falta de anonimato.