El pulpo Paul se jubila y hace feliz a sus «herederos»

En plena cima del éxito, ha llegado la noticia de la jubilación del famoso pulpo. Sus dos años y medio de vida equivalen a más de 65 años en un hombre, buena edad para retirarse después de las intensas semanas trabajando como el oráculo del Mundial de Sudáfrica, donde sus aciertos poco a poco fueron centrando el interés de la prensa internacional hasta llegar a emitirse en directo sus pronósticos para las semifinales y la final. Y no sólo en España. Diarios como «The Washington Post» o «The New York Times» le dieron cobertura al vidente.En el acuario «Sea Life», de la ciudad alemana de Oberhausen, jamás se imaginaron la repercusión mediática que tendría un pulpo llegado de Inglaterra y al que bautizaron como Paul. Las predicciones del octópodo, con un cien por cien de aciertos, seis concernientes a Alemania y dos con victoria para España, le han dado fama internacional y en Facebook ha rebasado los 60.000 fans en pocos días.Pocos aficionados pondrían cara o nombre a la mascota del Mundial de Sudáfrica, un leopardo con pelo verde –de nombre Zakumi- que ha quedado muy lejos del icono de Paul, en torno al cual ya ha echado a andar un imperio económico en ciernes que explota camisetas, banderas y todo tipo de merchandising con su imagen.

Sustituyendo al escudo de España en la bandera, en camisetas con el mensaje «I love la Roja» y en montajes de índole política y financiera, Paul está hasta en la sopa, aunque de forma metafórica, a pesar de los cánticos de los hinchas alemanes que pedían su ingreso en una cazuela.Las cifras del éxitoLa fama que se ha ganado el animal no sólo se mide en las cifras de su pleno de ocho predicciones acertadas –un cien por cien-, sino en los escalofriantes 4.680.000 resultados en Google por «El Pulpo Paul» y los 8.960.000 resultados para «Paul the Octopus». Además, fue el «trending topic» -palabra más buscada- en Twitter y en el buscador de Yahoo.

Del indulto a las amenazasLa ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, señaló que pediría que se abriera la veda del pulpo para que los alemanes no se puedan vengar de la última predicción, desfavorable para el equipo teutón. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, le ofreció asilo en España, y hasta el chef español José Andrés ha retirado el pulpo de sus menús en honor al visionario.En Alemania, país de acogida al que «traicionó» con su pronóstico a favor de España, la empresa de congelados «Iglo» lanzó una campaña publicitaria en la que señala al animal que su destino no está no el zoo sino en la cocina. «¿Dónde está realmente Paul?», se preguntaba en el eslogan de la campaña, junto a una bolsa de calamares congelados.