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Las «kundas» no son taxis por Alfredo Menéndez

La Razón
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Los coches que salen de Embajadores o de Simancas o de Sierra de Guadalupe hasta las zonas de venta de drogas los hemos dado en llamar en Madrid «kundas» o «taxis de la droga». Pero hay que tener bien clara una cosa: no son taxis. Los taxis son otra cosa bien diferente y son la herramienta de trabajo honesta de miles de conductores madrileños que no se merecen que se manche su nombre con esta práctica tan deleznable.

Sin embargo a estas kundas últimamente se han sumado conductores bien vestidos, algunos jubilados, con todos los papeles del coche en regla, que ofrecen transporte a los yonkis por un mínimo de tres euros. Esta realidad sí que nos descoloca y nos demuestra lo muy mal que lo están pasando muchas personas en Madrid que en la otra vida que tenían antes de la crisis, no hubieran imaginado nunca que se iban a dedicar a esto de ser chóferes de drogadictos.

Pero lo más preocupante no es la situación que denuncia el grupo municipal de Izquierda Unida y eso que lo es, y mucho. Lo más preocupante es la impotencia que dice sentir el Ayuntamiento de Madrid ante estas nuevas prácticas y el reconocimiento, casi bajando los brazos, de que no tiene herramientas legales para luchar contra las kundas.

Favorecer o facilitar el consumo de drogas es ilegal. Y cobrar por llevar a un yonki a la Cañada Real a que compre droga es ilegal. Malos tiempos estos de la crisis si nos toca explicar lo obvio.