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Alonso ya es uno de los suyos
Italia se deshace en elogios hacia el español después de su victoria en Sepang con un coche manifiestamente inferior al de sus rivales
Madrid- La Fórmula Uno es un deporte con mucha tradición en Italia y la victoria de Fernando Alonso el pasado domingo en Malasia ha sido tratada como una de las mejores de la «Scuderia» en las últimas temporadas. En el país transalpino son muy conscientes del esfuerzo que realizó el piloto español bajo unas condiciones casi dantescas por la lluvia y, sobre todo, por el escaso nivel del F2012 construido por el departamento técnico de Maranello.
Los italianos consideran a Ferrari como algo muy propio y los aficionados a la F-1 se alegran más de los triunfos del equipo que si cualquier compatriota suyo lo consiguiera con otro monoplaza. Por eso, el espíritu de Alonso está calando tan hondo entre los miembros de la comunidad Ferrari. Los elogios al bicampeón español han llegado de todas partes y todos ellos han coincidido en un hecho irrefutable: sólo unos pocos «elegidos» en la historia de este deporte pueden hacer cosas como las llevadas a cabo por el asturiano en la pista malaya.
«La Gazzetta dello Sport», el prestigioso diario deportivo italiano, calificó al español como «mágico». «La Stampa» le definió como «el hombre de los milagros», mientras que «La Reppublica», que siempre emplea un toque crítico con el equipo, señalaba que «ha regresado el piloto veloz, preciso y calculador que siempre había sido Alonso». Una clara alusión a que quizás el de Ferrari había levantado el pie del acelerador la pasada temporada.
En su tercera temporada, la comunión de Alonso con Italia es total y ni siquiera Michael Schumacher gozó de tanto cariño como el que tiene actualmente el español, a pesar de que no ha conseguido los triunfos que cosechó el frío piloto alemán. Los «tiffosi» valoran excepcionalmente que Alonso hable perfectamente italiano, una carencia que siempre lastró al heptacampeón. Además, el español vive en una casa muy cercana a la fábrica, la cual comparte con un amigo suyo ingeniero que trabaja en la factoría del «Cavallino Rampante».
La victoria de Alonso en Sepang resultó épica por las circunstancias en las que se produjo, sobre todo teniendo en cuenta que conduce una máquina de escaso rendimiento. Sólo hay que ver lo que hizo su compañero con el mismo coche: luchar en mitad de la tabla con un Toro Rosso.
El jefe del equipo, Stéfano Domenicalli, se quedó el domingo sin palabras para calificar el resultado de su pupilo. Domenicalli es uno de los grandes beneficiados porque su cabeza peligraba de forma inminente. También Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, quiso expresar su alegría por la inesperada victoria. Claro que, sabiendo que tiene en sus filas al mejor piloto del momento, pone el grito en el cielo contra el departamento de diseño de Maranello por el desastre al que han llevado a la escudería en los primeros compases de la temporada. El español es líder del Mundial, pero son conscientes de que repetir una hazaña así será difícil.
Mientras, el presidente de la Real Federación Española de Automovilismo, Carlos Gracia, confía en un tercer título de Alonso: «Ahora no tiene una máquina para ganar, pero si el coche mejora, tiene potencial para ganar el Mundial».
Massa, a un paso del despido
En Maranello y en toda Italia, después de la exhibición de Fernando Alonso en Malasia, las muestras de apoyo hacia Felipe Massa también se han multiplicado, aunque los guiños al brasileño huelen poco menos que a vísperas de despedida. Desde que sufriera en 2009 un accidente en Hungría, Massa no ha vuelto a ser el mismo. Ya ni siquiera importa que su representante sea el hijo del presidente de la Federación Internacional. En Ferrari puede tener las horas contadas.