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Manolo Escobar: «En la intimidad los nacionalistas también cantan el Viva España»

El artista, cuyas mejores películas regalará el diario, habla de arte, de cine, de música... Es decir, de su vida

SU OTRA GRAN PASIÓN Manolo Escobar posa junto al retrato del artista realizado por Antonio de Felipe
SU OTRA GRAN PASIÓN Manolo Escobar posa junto al retrato del artista realizado por Antonio de Felipelarazon

MADRID-«Entre flores, fandanguillos y alegría...», ¡casi no lo cuenta!... ¿Le hizo falta mucho réflex?
–Lo que me hizo falta fue un poco de orientación. Yo les decía: «¡Que estoy enfermo!». Pero creo que en Suráfrica no fue noticia mi operación. La FIFA sólo va a lo suyo.

-Ocho días después de su intervención, ¿pensó en cargarse a alguno de los chicos de Del Bosque?
–¿A un campeón del mundo? ¿Con lo que nos ha costado llegar? Yo les votaría para que formaran gobierno. Sobre todo ahora, que hay muchos a los que mantear.

-Con la que está cayendo, ¿no le da miedo cantar el «Viva España»?
–Lo he cantado en todas partes y nunca he recibido hostilidad. Además, seguro que en el extranjero, y en la intimidad, hasta los nacionalistas lo cantan.

-En Facebook se pide que sustituya a nuestro himno... Y eso que lo escribieron dos belgas.
–Nuestro himno está bien como está. En cuanto a los belgas… Si al final resulta que Colón es italiano y la mejor reina de nuestra historia es griega, pues tampoco es para tanto.

–Han quedado para la historia Sara Carbonero y usted como héroes accidentales del Mundial.
–Pero a Sara no hubo valor de mantearla, porque la protege el capitán. Me voy a quejar de discriminación por sexo (ja,ja,ja).

–¿La vio de cerca... Y no le cantó por lo bajini?
–De cerca es todavía más guapa, si cabe, pero yo por lo bajini sólo le canto a mi alemana. A las mujeres de mis amigos no les canto ni de lejos. Por cierto, nadie parece enterarse de que Casillas es tan atractivo como hombre como lo es ella. Así que pon una equis.

–Lo importante es que ya está de vuelta. ¿Qué tal se encuentra?
–Con menos pelo, más ojeras, menos fuerza física… Pero con ganas de luchar, con mi familia derrochando cariño, con muchísima gente dándome buena energía y con más fuerza espiritual.

–Del cáncer se sale con voluntad y un par de... ¿pasodobles?
–Con voluntad, el apoyo de tu gente y con la ayuda de los médicos. Desde aquí gracias a todos. Ojalá pueda devolver parte de lo que recibo.

–¿Qué fue antes: el pasodoble o Manolo Escobar?
–El pasodoble tiene ya cinco siglos, y, aunque de mí digan que soy el rey del pasodoble, ya sabe usted aquello de: «A rey muerto, rey puesto», pero yo me resisto (ja,ja,ja).

–Es más contemporáneo de lo que pensábamos. Mis sobrinos le tienen casi por un «hip hopero».
–Pues, enséñeles eso del «porompompón, porompon porompompero, hip-hop, porompompón, porompon porompompero, hip-hop,porompón, poróm hip-hop».

–Hoy se distribuye con el periódico LA RAZÓN «Mi canción es para ti», donde Manolo y Tumbaíto prueban fortuna en Madrid...
–Fue mi segunda película. Todo eso del cine era nuevo para mí, pero lo pasé fenomenal, como en muchas otras. Creo que el cine es una clave importante en el éxito de Manolo Escobar, porque las películas llegaron hasta el último rincón de España a donde yo, personalmente, no llegaba.

–Muchos reniegan del cine que hicieron. ¿Usted está orgulloso de su filmografía?
–Siempre digo que un tercio son preciosas comedias, incluso sin las canciones; otro tercio se ven bien, pero con las canciones. El resto no se salvan ni con las canciones. Pero, a veces, mis fans las que prefieren son las que yo critico.

–Lo que nos queda en la retina es aquella complicidad con Conchita Velasco en varias películas.
–Me he llevado bien con todas mis compañeras de reparto, pero es verdad que con Concha siempre hubo una «química» muy especial. ¡No sé qué esperan para ofrecernos un proyecto juntos! Los productores de hoy en día parece que no quieren ganar dinero. Yo me juego mi sueldo a porcentaje y seguro que Concha también.

–¿Volverá a ver las cintas o es de los que no se dan «manija» como dicen los argentinos?
–¡Pero qué dice! Si yo soy un gran fan de Escobar...

–¿De qué título de todos se siente más orgulloso?
–Si tuviera que elegir una, de «Juicio de faldas». Además, al final me quedo con Concha Velasco.

–¿Qué hacemos ahora que se puede llevar minifalda pero no ir a los toros?
–Dejemos claro que a mí me gustan las mujeres con minifalda y, aclarado eso, pues haremos como hicimos en otros tiempos: teníamos que ir a Perpiñán para ver "«El último tango en París» y ahora iremos a Castellón para ver a José Tomás. La sociedad siempre puede con los políticos.

–Aunque sea apolítico... ¿Cómo ve el panorama nacional?
–Pues depende. Si eres autónomo, trabajador por cuenta ajena, pequeño empresario o funcionario, pues la cosa se vislumbra difícil. Pero si consigues estar dos legislaturas como diputado o senador, o presidir una entidad bancaria, tampoco está tan mal, ¿no?

–Ya no hay rojos (aunque sí «La Roja»), ¿qué es ahora ser de izquierdas o de derechas?
–Le diré lo que pienso: enseñanza y sanidad gratuitas. Que el que más trabaje más gane. Que el que más gane pague más impuestos. Subvenciones sólo para bienestar social. Que las penas por corrupción con dinero público sean el doble que con el privado....Creo que no me va a votar nadie. Por cierto, me importa poco si alguien es de derechas o izquierdas; sólo quiero que me miren a los ojos y sean buena gente.

-Estatut, paro, presupuestos que no se aprueban, huelgas, Melilla... ¿Cómo «pinta» la cosa?
–El Estatut pinta a «La gallina ciega» de Goya. El paro al «Guernica» de Picasso. Los presupuestos a «La riña a garrotazos», otra vez Goya, Las huelgas a «El grito» de Munch y lo de Melilla… Estaría bien que los políticos se acordaran de Ceuta y Melilla todo el año, que me recuerdan a esas familias que sólo se reúnen el día de Navidad.

–Hablando de cuadros, ¿qué tal va su colección?
–Ahora está parada. Intento ordenarla e inventariarla, porque yo, que soy muy desordenado para todo lo demás, para mi colección, también.

–Tiene muchos colgados y otros guardados ¿Compra «asesorado» o lo que le dicta el estómago?
–Siempre he comprado lo que me gusta. Buena o mala, mi colección se debe a mí. Me he dejado aconsejar, pero sin asesores. Y no me arrepiento. He vivido mi tiempo, y con eso me basta.

–¿Los «rota» de sus paredes para disfrutarlos, por tiempos?
–A veces sí. Es curioso: mi mujer, que dirige el resto de ámbitos de nuestra casa, en cuanto a los cuadros me deja que los rote como me «rota».

–¿Una última adquisición que contar? (le apasionan: Barceló, Alcolea, Albacete, Luis Gordillo).
–Lo último que he comprado ha sido de dos maravillosos pintores: del valenciano Horacio Silva y del madrileño Ignacio Burgos.

–¿Sabía que Antonio López está «revisitando» su famoso cuadro de La Gran Vía?
–No. No lo sabía. Pero es tan grande que puede permitirse «revisitarse». ¡Cómo le admiro! Desgraciadamente, no tengo ningún cuadro suyo.

–Usted que trabajó en todo. ¿Qué le parece que seamos el segundo país con más «ni-nis» de Europa?
–Deberían fijarse en los que somos «nininis»: ni nos jubilamos, ni dejamos de aprender, ni nos rendimos.

–Han hecho un musical sobre El Dúo Dinámico... ¿Para cuándo uno con su discografía?
–Como diría Asterix: «Están locos estos productores» (ja,ja,ja)

–Está acabando la entrevista y no le he preguntado por el carro... Espero que me lo valore.
–Pues a ver si escuchas el final de la canción: «Y por fin lo encontré, sin atalajes».

–Hay una canción que guardo en un rincón del alma. La cantaba mi padre cuando se afeitaba: «El Ebroooo guarda silenciooooo....». Perdón que desafine.
–«…Al pasar por el Pilar. La Virgen está dormida, no la quiere despertar». Y no te preocupes por desafinar, que tu padre la cantaba a tono de hombre.


Segunda juventud
Un corazón conmovido
La actualidad le ha vuelto a colocar en la picota. Así de caprichoso es el destino. Toda la vida encandilando almas, con su perenne sonrisa y su soleada voz, y la victoria de «La Roja» le regala una segunda juventud. Está convaleciente, pero no se le nota. ¿Qué demonios tiene esta maldita enfermedad que, o bien te abate como un puñetazo de Dios o te hace grande como nunca antes lo habías sido? Manolo, don Manuel, vehículo de las tonadas de sucesivas generaciones, emisario de la perenne alegría, parece manumitir la luz de su adorado Turner. Un café compartido con él hace buenas las palabras de Goethe: «Si vuestro corazón no está conmovido, no conquistaréis el corazón de los hombres». Él promociona con sobresaliente.



Cada domingo, un filme gratis con LA RAZÓN
- Que Manolo Escobar es cantante, y de los más grandes, lo sabe todo el mundo, pero es que también fue un actor muy reputado que consiguió convertir numerosas películas en sonoros taquillazos. Como, por ejemplo, «Mi canción es para ti», que regala hoy LA RAZÓN a sus lectores.
- Pero no será la última, ya que durante los próximos domingos podremos verlo en títulos tan aplaudidas como «Los guerrilleros» (1963, Pedro Luis Ramírez), «El padre Manolo» (1966, Ramón Torrado), en la que encarna a un sacerdote; «Juicio de faldas» (1969, José Luis Sáenz de Heredia), que, como confiesa el artista, se trata de su filme preferido; «Pero... ¿en qué país vivimos?» (1967, J. L. Sáenz de Heredia), «En un lugar de La Manga» (1970, Mariano Ozores), «Relaciones casi públicas» (1968, J. L. Sáenz de Heredia) y «Me debes un muerto» (1971, también de J. L. Sáenz de Heredia).
- A propósito, estas cinco últimas las protagonizó junto a Concha Velasco, con quien, admite el propio músico, «tuve siempre una química muy especial». Cuando vean estos filmes sabrán que es rigurosamente cierto.