Las reinas de la cancha

LONDRES- Se apagan las luces. Comienza la música. Durante unos minutos, el público vive sólo por y para ellas. Las melenas rubias son lo único que importa. Las «Red Foxes» son, al fin y al cabo, las reinas de la cancha. Con permiso, eso sí, de «Get Tricky», que dejan con la boca abierta por su destreza a la hora de saltar a la comba. Cada día, las «cheerleaders» ucranianas hacen las delicias de todo aquel que se deja caer por un partido de baloncesto en el Parque Olímpico. Y nunca defraudan porque tener ese «algo especial» es la clave para pasar los duros procesos de selección de Elena Rozkova, la fundadora.

Cuando estudiaba Finanzas en la universidad de Kiev, la ucraniana supo que quería hacer «algo grande». Mezcló «deporte, belleza, gimnasia y danza» y de aquel cóctel salió un grupo de animadoras que cada año recibe más de 1.000 solicitudes. Requisito primordial: ser rubia. «Creo que queda muy estético en la cancha», comenta sin demasiadas preocupaciones por la traducción del nombre al español. «Los zorros son inteligentes y rápidos y el rojo es el color del amor», señala. Se toma su trabajo muy en serio y desde el primer momento deja claro que las leyendas de amoríos entre las chicas y los jugadores son «puro mito».

Y es que las gimnastas –todas ellas se dedicaban a la artística antes de entrar en el grupo– firman por contrato que las relaciones con los jugadores no deben pasar del ámbito profesional. «Y lo cumplen a rajatabla». Aunque en ocasiones, cuando terminan su trayectoria acaban casándose con una estrella de la NBA. A Elena, sin embargo, nunca le dio por ahí. A sus 31 años es madre de dos niños y está felizmente casada con un hombre «que no tiene nada que ver con este mundo», pero la apoya en todo y se siente orgulloso cada vez que sale ante 12.000 personas con sus pantalones de cuero negro.