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Twuitter en campaña electoral: @marodriguezb
Miguel Ángel Rodríguez, apasionado confeso de las redes sociales, se incorpora desde hoy a las páginas de LA RAZÓN para analizar desde su Twitter el día a día de la campaña electoral.
Hay un planeta creativo al otro lado de la realidad sólo accesible a través del teléfono móvil o dispositivos electrónicos. Se llama twitter y permite trasladar ideas, argumentos, blasfemias, preguntas, insultos y genialidades en ciento cuarenta caracteres. A veces, incluso, algunas letras sobran porque twitter es un impulso, un modo de contemplar la vida abierto a cualquier posibilidad: un hallazgo, una noticia, una emoción, un cabreo...
Su símbolo es un pájaro y bien pudiera describirse así: quedarse parado en mitad del bosque y oír trinos. Unos llaman más la atención y otros hacen coro… Todos son imprescindibles, pero ninguno manda. Así es twitter: cada loco con su tema.
Entre los participantes de esta red –que ya tiene doscientos millones de usuarios en el mundo y que genera más de sesenta millones de mensajes diarios–, hay políticos, deportistas, artistas, periodistas, famosos, pero sobre todo, millones de anónimos que tienen su opinión y sus ideas. En este planeta creativo sus argumentos pesan lo mismo. No importa la firma: lo cabal es la idea, el acierto, el golpe en la boca de ciento cuarenta caracteres aunque no tengas foto, aunque no tengas nombre. Si el mensaje funciona, se retwitea, se convierte en TT (tema del momento), se distribuye electrizado como una bala convertida en millones de fragmentos que horadan. Y, luego, se responden, se comentan, se ignoran o se reniegan (unfollow).
Twitter es total.
Es un nuevo modo de comunicarse. Escribió alguien recientemente: «Desde que sigo las noticias en twitter, los telediarios me parecen Informe Semanal». Y es así: los vídeos de los informativos ya están en twitter seis horas antes; las noticias y las fotos de los periódicos, veintisiete horas antes; los comentarios de las tertulias, cuatro horas antes… Es la realidad vista a través del móvil con tanta antelación que faltan cosas de las que hablar.
¿Cómo usarán los partidos políticos esta vía de comunicación en la campaña electoral? Pues no lo sé. De momento, fans y detractores son más combativos que los políticos. Lo institucional impregna los mensajes de los partidos, salvo algunos valientes. Si son capaces de sacar beneficio de este modo de debatir permanentemente, de combatir a pecho descubierto, lo iremos descubriendo.
Una cosa sí sé, por adelantado: mi artículo de cada día se quedará viejo según ponga el punto y final. Así es twitter: un planeta creativo que no para de dar vueltas.
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