Administrar la escasez

Me parece que el Gobierno que salga de las próximas elecciones, independientemente del partido político que triunfe, tendrá muy poco margen de maniobra en lo que respecta a la política económica y, con ligeros matices, deberá hacer lo mismo: apretarse y apretarnos el cinturón. Hemos vivido durante unos cuantos años por encima de nuestras posibilidades reales como país y como individuos. Cuanto antes seamos conscientes de ello y lo asumamos será mejor, porque podremos comenzar a preparar el futuro. Todos somos menos ricos de lo que pensábamos y tendremos que restar algún cero al patrimonio del que creíamos disponer: nuestra vivienda vale menos en el mercado, las acciones de la mayor parte de las empresas han perdido un buen porcentaje de su valor, nuestras inversiones en los fondos y en los planes de pensiones han sufrido un fuerte recorte y nos podemos dar con un canto en los dientes si conservamos el puesto de trabajo. Eso, en el caso de los más afortunados, porque también los hay que han pasado a engrosar las listas del paro o que han perdido su vivienda por no poder pagarla. Como país nos toca devolver el dinero que pedimos en el exterior y como individuos nos sucede otro tanto, porque, el que más y el que menos, está entrampado. En resumen, que vamos a vivir peor de lo que hemos vivido, que toca seguir apretándose el cinturón, que habrá recortes de los que consideramos derechos sociales básicos, como la educación y la sanidad, y también nos subirán los impuestos. Así es como veo la situación y el futuro más inmediato. En las próximas elecciones toca elegir un Gobierno que administre bien nuestra escasez y pobreza sobrevenidas de golpe cuando nos creíamos ricos.