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Las cajas partidarias de acelerar la reestructuración financiera

Sanear el activo, acelerar la reestructuración bancaria y reducir costes son algunas de las cuestiones pendientes que debe resolver el sector bancario español para recuperar "su normal funcionamiento", según un estudio publicado hoy por la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).

La Razón
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El trabajo, escrito por el catedrático de la Universidad de Valencia Joaquín Maudos, dice que las debilidades y los retos del sector son la razón de que "ciertos inversores con capacidad para influir en la evolución del mercado"sigan sin confiar en la "salud"de las entidades a pesar de todas las medidas adoptadas.

Asimismo, el informe destaca que el profundo proceso de reestructuración realizado por las cajas de ahorros ha evitado que el impacto de la crisis haya sido mayor.

De cara al futuro, el autor considera que las cajas deben aprovechar las ventajas que les proporciona su modelo de banca, de cercanía al cliente y fuerte vinculación territorial, y recuperar el valor que les da la función social que cumplen destinando parte de sus beneficios a la obra social.

La crisis de la deuda soberana, que exige más capital para cumplir con las exigencias de la autoridad bancaria europea (ABE) supone un elemento de presión adicional en el actual contexto de crisis, a juicio de este autor.

Exigir, asegura, aunque sea temporalmente, un nivel de capital tan elevado (9 %) y en tan poco tiempo (en junio de 2012) "parece poco razonable en el actual contexto de los nuevos acuerdos de Basilea III, que fija un calendario progresivo de convergencia hacia los mayores niveles de capital, que se alcanzarán en su plenitud en 2019.

En opinión de Maudos, la estrategia de recapitalización elegida, que exige con carácter general un nivel de solvencia muy elevado no es la más adecuada, ya que no elimina la incertidumbre que existe sobre los saneamientos pendientes.

Es preciso sanear en mayor medida el activo, ya que el mercado desconfía de que el volumen de provisiones realizadas sea suficiente para hacer frente a un mayor volumen de pérdidas.
Reconocer más pérdidas, dice Maudos, incentivaría la reducción del precio de los inmuebles necesaria para eliminar el exceso de oferta existente, permitiría liquidar activos improductivos, reduciría los costes de financiación para la banca al limpiar el balance y reactivaría el crédito.
Pero ese saneamiento tiene el gran inconveniente de que requiere la obtención de los recursos necesarios para financiarlo, lo que hace imprescindible detallar cuanto antes la hoja de ruta y las vías de financiación, dice Maudos.

Seguir aumentando la transparencia informativa, es otra de las prioridades para este autor, que cree que es preciso demostrar que los problemas "están acotados"y afectan "a un reducido número de entidades para evitar que se confunda el todo por la parte".

Asimismo, sería conveniente mejorar la gobernanza de las entidades financieras y renovar los gestores de aquellas en las que la crisis ha impactado con mayor virulencia y han recibido ayudas públicas.

Además, conviene seguir avanzando, apunta Maudos, en el proceso ya iniciado de despolitización de las cajas de ahorros.

Por último, el autor recomienda mejorar la supervisión de las entidades financieras, en el sentido de que sea más intensa y pueda anticiparse a cualquier eventualidad.