Londres
Vía libre para las oficinas
El Ayuntamiento de Madrid elimina una normativa que dificultaba la instalación de despachos en viviendas. Evitando que el centro se quede sin residentes, favorecerá la instalación de negocios en las primeras plantas
MADRID-El Ayuntamiento de la capital eliminará una instrucción que hacía más exigente la implantación de oficinas en los edificios residenciales del distrito Centro. Para evitar la terciarización de la almendra central, se optó por endurecer las condiciones que debían cumplir los empresarios para instalarse en edificios de viviendas. Ahora, para favorecer la actividad económica y revitalizar algunos barrios de la ciudad, se vuelve a abrir la mano para que las primeras plantas cobren vida gracias a los emprendedores.
El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) limita la instalación de negocios en más del 50 por ciento de los edificios de uso residencial, pero desde el Ayuntamiento de Madrid se decidió que había que evitar que el corazón de la capital se llenase de oficinas, y para ello añadió la instrucción que, entre otras cuestiones, obligaba a tener un número de plazas de aparcamiento aseguradas, que la calle tuviese un ancho concreto o que sólo pudieran instalarse o ampliarse licencias de actividad concedidas a partir del año 1997.
«Esto produjo algunos conflictos como por ejemplo el caso de un notario, con licencia desde 1945, que no podía ampliar sus instalaciones, o el de un negocio instalado en 2001 que no podía coger el despacho de al lado, aunque estuviese cerrado, porque la licencia del traspaso era anterior, o una empresa con sede toda la vida en la calle Serrano que cerró y nadie podía volver a poner una oficina en el mismo sitio», explica Juanjo de Gracia, coordinador general de Urbanismo. Así, muchos edificios «como algunos del barrio de Salamanca» estaban medio vacíos porque era muy difícil cumplir con todos los requisitos de la instrucción.
Precisamente gracias a la derogación de esa instrucción, muchos negocios podrán ajustarse a la realidad sin la inseguridad jurídica de no poder ampliar o reformar su sede social. «Eliminar estos requisitos favorecerá las inversiones en la capital y la creación de nuevas empresas en edificios históricos –consideró el coordinador general de Urbanismo–, así como permitir la ampliación de los negocios ya instalados, que incluso podrán coger varias plantas». A esto añade las mejoras que supondrán para los propios edificios, al favorecer su rehabilitación para que resulten más atractivos para los empresarios, y las reformas interiores que también contribuirán a revitalizar la almendra central.
Liberalización con límites
En unas semanas el consistorio espera derogar definitivamente la instrucción y devolver la vida a muchas calles de distritos como Salamanca, Retiro, Chamberí o Centro, favoreciendo que los emprendedores se establezcan en las oficinas ahora vacías de las primeras plantas de edificios de viviendas. «Además, las asociaciones de empresarios nos reclamaban que la derogásemos desde hace muchos años y había muchas peticiones de los negocios ya instalados en los edificios, no sólo de los propietarios que, lógicamente, querían poder volver a alquilar esas plantas, sino de profesionales liberales que están ya establecidos», explica de Gracia.
Con todo, el coordinador general de Urbanismo advierte de que la eliminación de la instrucción no supone una vuelta a la terciarización del centro. «Se mantiene la condición del PGOU de que sólo puede ocuparse la mitad de las plantas de los edificios de uso residencial, por lo que no se va a convertir de ninguna manera en un "downtown"como la City de Londres, donde no vive nadie fuera de horario de oficina», aseguró de Gracia. Es decir, se liberalizará la instalación de oficinas en edificios de viviendas, pero sin terciarizar completamente la almendra central.
Medidas
Para evitar el abuso en la instalación de oficinas en el centro, la instrucción que ahora se deroga ponía una serie de obstáculos a los emprendedores que quisieran instalarse en edificios de vivienda. Se evitaban así los siguientes aspectos:
-Transformaciones que alterasen el equilibrio de usos en el entorno.
-La acumulación de usos de oficinas con pérdida de usos complementarios.
Igualmente se exigía una serie de requisitos:
-Acuerdo por unanimidad de todos los propietarios y moradores de la vivienda.
-Justificar una dotación obligatoria de plazas de aparcamiento en la propia parcela.
- Aportar un estudio de tráfico.
-La finca debería dar frente a una calle de al menos 12,50 metros entre alineaciones.
-Sólo se tendráían en cuenta las licencias de oficinas (de carácter no comercial, alimentario, salas de reunión, etc.).
Negocios que no necesitan estar a pie de calle
Las viviendas que convierten sus primeras plantas en oficinas son el destino ideal para aquellas empresas que no necesitan un escaparate o puerta directa a la calle. Notarías, arquitectos, academias, gestorías e, incluso, clínicas dentales o de fisioterapia no requieren estar a pie de calle para ejercer su actividad. Además, un local en un inmueble de uso residencial sale más rentable que alquilar un despacho en un edificio de oficinas y tiene la ventaja de estar situado en pleno centro de la capital.
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