Abierta al diálogo

MADRID- «Nuestro objetivo era ganar». Así se presentó Mercedes Fernández, «Cherines», a las elecciones del Principado de Asturias con la intención de conseguir la remontada y lograr teñir con los colores del PP una provincia más de España. Pesaba la resaca de los pasados comicios, que tuvieron lugar hace tan sólo seis meses, y a pesar de la sorpresa electoral que los precipitaron, estaba dispuesta a «aprovechar la oportunidad». Pero no pudo ser, y el PP mantiene los resultados obtenidos en los pasados comicios, algo que no todos «pueden decir» dijo tras reconocer que los resultados «no son satisfactorios». «Los asturianos no compartieron la necesidad de celebrar unos nuevos comicios», declaraba ayer la candidata del PP tras destacar que los resultados evidencian la «gran fragmentación» marcada en Asturias.

Fernández se define como una mujer «dialogante» y destaca que todos los candidatos que iban en su lista también lo son. Somos «personas de consenso, no de bronca», reiteraba cuando se le preguntaba por posibles pactos y anoche lo subrayó de nuevo: «Estamos abiertos al consenso como instrumento de trabajo», dijo. Eso sí, con un aviso para navegantes: Para que eso sea posible, «debe existir la voluntad de los partidos que tienen mayoría».

Fernández siempre tuvo buena sintonía con el líder de Foro Asturias, Francisco Álvarez- Cascos, hasta el punto de que algunos asturianos le consideran su «mentor». Su apuesta como candidata del PP no era aleatoria lo que podría lograr aunar los sufragios del partido de Cascos para que en Asturias gobierne un partido de centro-derecha, aunque dependerá de muchas cosas, pero el PP ya ha mostrado su disposición.

Para la candidata del Partido Popular, la jornada electoral de ayer fue «intensa y apasionante», ya que, a su juicio, todos los asturianos se «jugaban mucho», porque estaba convencida de que había que poner fin a una etapa de «mucha incertidumbre e inactividad». Por la mañana animó a los asturianos a votar «con energía». Junto a su marido, Fernández llegó a las doce del mediodía a un centro de salud situado en el centro de Gijón, que hacía las veces de colegio electoral, para votar. Tras visitar a sus compañeros de partido que actuaban de compromisarios e interventores en diferentes colegios se reunió con su familia para comer. Por la tarde, se desplazó hasta la sede del PP en Oviedo desde donde siguió los resultados electorales, informa Efe. La candidata popular celebró que la jornada comenzara, salvo algún retraso motivado por el cambio de hora, con «perfecto respeto institucional» y «democracia escrupulosa». Y es que la campaña asturiana ha sido «intensa». Fernández recorrió más de 5.000 kilómetros, visitó la inmensa mayoría de los «rincones y pueblos» de Asturias y en ello perdió hasta tres kilos. «Cherines» sentía ayer un «pequeño nervio» ante el escrutinio, pero «dentro de la serenidad» por haber realizado un «intenso trabajo». «No pudimos hacer más cosas con menos dinero. A eso se llama esfuerzo», comentó. Anoche, ya reflejaba en su rostro el agotamiento y los nervios de la jornada. Por la mañana, cuando le preguntaron si se veía presidenta del Principado, Fernández aseguró que, ese era su «ánimo y deseo y el empeño del partido que represento», pero eso es algo que tendrá que esperar. La apuesta de Fernández era lograr una mayoría suficiente para que Asturias se convirtiera en un gobierno «sólido», que se entendiera con los gobernantes de otras comunidades autónomas y del Gobierno de España. Eso sí, no quería que la confrontación fuera el instrumento de trabajo.

Diputados
Mercedes Fernández
Fernando Goñi
Emma Ramos
José A. Cuervas-Mons
María del Carmen Rodríguez
María Victoria Delgado
Luis Miguel Venta
Susana López
José Rivero
Rafael Alonso Alonso

 

Perfil
Mercedes Fernández / Candidata del Partido Popular
La fuerza ilustrada; por Pilar Ferrer
Para una mujer como ella, entregada al mundo del Derecho, la política era un bien de servicio público. Mercedes Fernández, «Cherines», llegó a ella, curiosamente, a través de amigos comunes en el PP de Asturias, entonces liderado por Álvarez-Cascos. De familia de juristas de Gijón, sin compromisos familiares, entró a formar parte de ese grupo de jóvenes promesas de la derecha deseosas de un cambio en el Principado. En el Congreso fue una diputada ejemplar, disciplinada, gran amiga de mujeres ya emblemáticas como Loyola de Palacio. Siempre experta en temas jurídicos, como profesora de Derecho Procesal, Mercedes fue una fiel aliada del PP en Asturias, por encima de las intrigas palaciegas de sus sectores. Ello la llevó a abanderar la candidatura frente a quien fue su fiel amigo y protector. Una mujer moderada, lista y con la fuerza de la razón ilustrada para configurar un gobierno de centro-derecha en un tradicional feudo socialista. En los últimos tiempos se había ganado la confianza de Cospedal, quien apostó por ella como candidata y posible interlocutora para formar Gobierno en el Principado. Apasionada de los textos jurídicos, buena conocedora de las leyes, «Cherines» sabe que, en política y en derecho todo cabe si es legítimo. Se ha dejado la piel en una campaña dura, arisca y difícil, pero cree en el dialogo. Es la fuerza de la ilustración heredada de Jovellanos, sin atacar a nadie. Con sentido común.