En las alegrías y las penas

No debe de resultar fácil ser la esposa de uno de los «enfant terrible» que más quebraderos de cabeza han dado al mundo del cine. Desde 1989, año en el que contrajo matrimonio con Roman Polansky, Emmanuelle Seigner soporta las embestidas mediáticas sobre el turbio pasado del director francés de origen polaco, todavía perseguido por la justicia. Y todo ello, con su maravillosa sonrisa, la misma que luce en su nueva película, «Cena de amigos», dirigida por Danièle Thompson. En ella, y como su título bien indica, ocho amigos se reúnen una noche para cenar: mucho queso, mucho vino, todo muy francés. Risas, vaciles y bromas esconden, sin embargo, las pequeñas desgracias de la vida, esas que no se cuentan a los amigos: «El tema dominante es la observación de la diferencia de nuestros problemas según el momento del día. Por la tarde, con el ocio, debemos mostrar una parte más luminosa de nosotros mismos», explica Thompson.

La infidelidad, una tradición
No es el dinero, sino la enfermedad y la infidelidad los problemas a los que se enfrenta este grupo de la clase media-alta francesa. «Si se habla de personas desfavorecidas o millonarias, esta condición ocuparía toda la caracterización del personaje. Es algo que hacen muchos directores: historias muy humanas con un toque de comedia, como Woody Allen», asegura la realizadora. La infidelidad alcanza un protagonismo notable en las historias de estos amigos porque, según Thomson, «está en la tradición del teatro francés. Lo tratamos con humor, tenemos esa reputación de no tomarnos las cosas demasiado en serio. Sin embargo, el dolor sigue ahí, encubierto, como en esta película», añade. El dolor y la crisis de los cuarenta, «un momento de encrucijada que afecta a la mayoría».

EL AÑO QUE LO CAMBIÓ TODO
1977
Polansky fue acusado de abusos a una menor. Desde entonces, vive entre Francia y Polonia para no ser extraditado a EE UU