Europa

Balón de Oro

Kaká no vende por Julián García Candau

La Razón
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Kaká ya no vende camisetas. O así parece. Llegó en una de esas operaciones en que Florentino arriesga para ganar y lo recibieron en el Bernabéu miles de eufóricos madridistas convencidos de que se había fichado a uno de los mejores futbolistas del mundo. Y así era. Las circunstancias han hecho que su rendimiento no sea acorde con lo que costó. Florentino disparó con pólvora de rey convencido de que era uno más de los jugadores que llevan gente al estadio, aumentan el valor de los contratos publicitarios y televisivos, venden camisetas y acaban siendo idolatrados.

Los más fervientes turiferarios lo exaltaron en términos grandilocuentes y ahora parece que le ha abandonado hasta el desodorante. Mourinho le ha mostrado la puerta de salida. Entre los deseos del entrenador de darle la boleta y las intenciones de club media un traspaso con cifra satisfactoria. El Milán lo quiere y se supone que el jugador aceptaría volver de buen grado a la ciudad en la que fomentó su fama en Europa. En este caso, como en otros, cuentan salarios y venta. El Madrid gana adhesiones inquebrantables en el fútbol ofreciendo sueldos fastuosos que nadie resiste. Si Kaká hizo cuanto pudo por llegar al Madrid ahora hace lo posible por retrasar la salida. No quiere hacerlo de tapadillo.

Posdata. Da la impresión de que los gustos de Florentino y Mourinho no siempre coinciden. El presidente ganó la batalla por Benzema.