Siempre son los mismos

Estoy convencido de que los mismos que están cuestionando la celebración de la Fórmula 1 en Valencia, serían los que con más vehemencia criticarían al Gobierno valenciano si dejara que Ernie Ecclestone se la llevara a otra ciudad. No los comprendo. Se trata de una competición con un extraordinario impacto mediático y publicitario y con una repercusión positiva para la actividad de la ciudad como el turismo, la hostelería y los servicios.
Por ello, es incomprensible el interés de algunos políticos y algunos medios de comunicación, que parecen empeñados en dificultar la continuidad de la prueba automovilística. Ya digo, los mismos que vociferarían si no la tuviéramos. No quieren darse cuenta ni escuchan las alabanzas de los representantes de los sectores citados y de la mayoría de los ciudadanos.
La rentabilidad es evidente, como lo demuestra una repercusión internacional equivalente a los 40 millones de euros, el gran conocimiento que provoca en el mundo para la ciudad y para la Comunitat, los 7 millones de euros que se dejaron los 120.0000 asistentes en la hostelería, la ocupación hotelera al 95 por ciento (el cien por cien en el caso de los establecimientos de mayor categoría) ...
La crisis no puede hacer desaprovechar las oportunidades que se presentan. Así es la vida.