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Oviedo

«El modelo socialdemócrata murió»

Alain Touraine, ayer en Oviedo, donde recogerá el Premio Príncipe de Asturias
Alain Touraine, ayer en Oviedo, donde recogerá el Premio Príncipe de Asturiaslarazon

La tecnología, la globalización y los nuevos parámetros sociales han transformado la civilización que el mundo heredó después de la Segunda Guerra Mundial. «El modelo socialdemócrata ha muerto –comenta Alain Touraine, uno de los intelectuales europeos de referencia–. No hay gobiernos de izquierda en Europa. La única excepción, España, no lo es, porque el PSOE ahora mismo está en minoría. No se puede decir que funcione y menos cuando van a perder las próximas dos elecciones». El sociólogo, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, explica la causa: «Se ha producido una transformación social. Europa es diferente a la de antes de 1950. Se ha cumplido su misión. El concepto de educación, trabajo o autoridad corresponde a la sociedad industrial. Es una etapa de la historia que ha terminado. Y ya no existe más capacidad de movilización. ¿Quién habla hoy de capas campesinas y obreras? Ni un niño de seis años».


Touraine, autor de «Un nuevo paradigma para comprender el mundo de hoy», llegó a Asturias con la actualidad de Francia en su pensamiento: «Mi país se encuentra en su situación favorita. De enfrentamiento, sin debate y sin negociación, y anclado en el "a ver quién resiste más"». La falta de diálogo entre los franceses y el Gobierno le preocupa: «Vivimos más que antes. ¿Cómo adaptamos la edad a la jubilación y las actividades de los ancianos? ¿Qué pasará con los jóvenes? ¿Hay que sacrificarlos?». Y ahonda en la polémica: «No se puede hablar de los trabajadores sin hablar de los que no trabajan, ni de éstos sin hablar de los trabajos precarios, ni de la precariedad sin mencionar que dos tercios de ellos son mujeres y que la mayoría de ellas no percibirán su pensión completa ni a los 66 años». Y apuntilla: «La precariedad laboral no es marginal. Es un hecho central en todos los países. Hay que reconstruir el mundo de nuevo a partir del trabajo, las instituciones y la política».


Respecto a las recientes palabras de Merkel, ni titubeó: «Estoy de acuerdo con ella. La idea de una sociedad multicultural es tan absurda como una monocultural. Hay que combinar los valores universales con la diversidad. Hay que tener elementos comunes de ciudadanía. Es imposible que Francia, EE UU o España acepten que funcione una cultura que niega derechos de igualdad a las mujeres. Queremos una escuela para todos. He tenido estudiantes con velo. No tengo inconveniente, pero debemos tener todos una base común».


Modelos políticos agotados


Donde el intelectual se mostró tajante es en la política de Sarkozy sobre los emigrantes: «Es un escándalo. Va contra los principios de la democracia escritos en la Constitución francesa. No se puede hacer algo así apoyándose en el carácter moral, de grupo o religioso. Se sale de la democracia». Touraine mostró su preocupación por el distanciamiento de los ciudadanos respecto a los partidos políticos en Europa: «Y están creciendo la xenofobia y la islamofobia. Hay muchas naciones en peligro desde un punto de vista democrático. Los modelos políticos, con las repúblicas de finales del XIX y principios del XX, se han agotado». Al pensador no se le escapa la situación de Europa en el futuro: «El centro del mundo se está trasladando. África y América Latina ya no dependen de Europa, sino de China y de los países emergentes».


 

Sociedad en construcción

El mundo ha cambiado. Hay que construir de nuevo una civilización. Alain Touraine, quien afirma que «la izquierda definida como expresión de los trabajadores asalariados ya ha cumplido su tarea», propone algunas bases sólidas para erigir ese nuevo edificio: la ecopolítica, el feminismo y «los movimientos sociales basados en el pensamiento, las ideas y las experiencias personales. Hay que reinventar esa cultura y luego, reconstruir la política», e insiste: «Hay que ver si Europa se va a reducir a un mercado o puede transformarse en una sociedad distinta, fijarse objetivos, estrategias y valores».