Arturo Macías: «Somos actores a los que nos suceden cosas de verdad»

El próximo domingo reaparece en Barcelona Arturo Macías. El mexicano se ha recuperado satisfactoriamente de la cornada que le infirió un ejemplar de Buenavista en el pecho durante una corrida en El Puerto de Santa María (Cádiz) a finales de julio. Se ha preparado para anunciarse, por primera vez tras el percance, en la Ciudad Condal y, el contexto que se está viviendo en las últimas fechas, hace más especial su regreso. Atiende la llamada de LA RAZÓN para hacer balance de todo lo que le ha sucedido en su campaña por España, así como analizar la situación actual que vive la Fiesta en nuestro país.

–¿Cómo se encuentra física y mentalmente tras la grave cogida de El Puerto?
–Aunque me molestan las heridas, estoy matando toros en el campo para ponerme en forma de nuevo. En lo anímico estoy fenomenal, yo sé lo que quiero y estos percances son consecuencia de mi oficio. No me afectan a mi estado mental.

–¿Temió por su vida?
–Por supuesto. Me fallaba la respiración y la sangre salía en abundancia por las heridas. Fueron momentos de angustia, pero, afortunadamente, ya pasaron.

–Ha recibido varias cornadas graves en España, ¿es mucha la diferencia que ha encontrado entre el toro de aquí y el de México?
–Sí noté la diferencia en un principio, pero yo no podía dejar pasar la oportunidad de estar anunciado aquí, tengo que justificarme y da igual el toro que salga al ruedo.

–Hay quien comenta que las cornada son por exceso de valor o por falta de técnica, ¿cuál cree que es la causa de sus percances?
–La mala suerte, porque en las tres cornadas graves que he recibido aquí, dos fueron al entrar a matar y en la de Sevilla el toro se vino hacia mí sin atender a los engaños. Yo creo que en mi caso no es falta de técnica, es arriesgar porque he venido a España a ganarme un puesto importante en el mundo del toro.

–¿Tanta cornada no merma la moral de Arturo Macías?
–Para mí son algo muy natural (bromea). Tengo en el cuerpo más de quince cornadas y estuve ocho meses en silla de ruedas por un revolcón que me dio un toro. Es algo que llevo con mucha naturalidad. Cuando arrimas ya sabes a lo que te expones.

–¿Cuál es el reto que aún le falta por cumplir en su campaña por nuestro país?
–Me falta que la gente vea al auténtico Arturo Macías. Sólo han podido ver la faceta del valor y la hombría, pero no han visto el torero que yo soy en verdad y que en México sí han podido ver.

–¿Cómo definiría sus actuaciones en tierras europeas?
–La verdad que está siendo muy dura, porque no he podido demostrar lo que soy y no he tenido fortuna con los toros. Lo que tengo claro es que no descansaré hasta que tanta sangre que he derramado me sea compensada con el reconocimiento del público.

–Sus compatriotas ¿cómo le están viendo desde allí?
–Están encantados por mi representación. Todas mis actuaciones han tenido una gran repercusión allí. Creo que estoy dejando en buen lugar a mi país.

–Reaparece en Barcelona, ¿Cómo ha vivido usted, como torero mexicano residente en España, la prohibición de los toros en esta ciudad?
–Para todos los toreros es un fastidio, porque cerrar una plaza es reducir las posibilidades de trabajos para nosotros. Además Barcelona es una plaza en donde han triunfado muchos toreros mexicanos y a la que tengo mucho cariño.

–¿Qué valor del mundo del toro resaltaría para defenderlo de los ataques?
–La verdad y la pureza de un arte en el que se enfrentan, cara a cara, la vida y la muerte. Los toreros somos actores de una obra de teatro, pero nos suceden cosas de verdad, por ejemplo las cornadas.