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Caracas

El Gobierno traslada a Chávez el «profundo malestar» por sus ataques

El Gobierno español ha trasladado a Venezuela su «profundo malestar» por las acusaciones «inaceptables e injustificables» vertidas en una nota de su Cancillería, en la que se considera «una demostración de cobardía política» que España «intente endosar» al Ejecutivo de Chávez «el fracaso» de su lucha contra ETA

El Gobierno califica de «inaceptables e injustificables» las críticas de Venezuela
El Gobierno califica de «inaceptables e injustificables» las críticas de Venezuelalarazon

Así se lo «ha hecho saber» la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, al embajador de Venezuela en España, Isaías Rodríguez. Alfredo Pérez Rubalcaba confirmó ayer que la ministra habló con Rodríguez «a lo largo de la sesión del Consejo de Ministros» para trasladarle la posición del Gobierno sobre la nota de la Cancillería.

Al término del Consejo de Ministros, el vicepresidente primero aseguró que nuestro país seguirá trabajando para mejorar la colaboración con Venezuela en materia de lucha contra el terrorismo. No obstante, advirtió de que ese propósito «no nos impide para que digamos que nos parece inaceptable e injustificable alguna posición pública, en este caso la de la Cancillería».

Este nuevo incidente entre Madrid y Caracas se produce después de que España solicitara la semana pasada la extradición del etarra Arturo Cubillas, deportado en 1989 al país iberoamericano, para ser juzgado en la causa que instruye el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco sobre la relación entre ETA y las FARC.

En la nota que hizo pública anteayer la Cancillería, el Gobierno de Chávez rechaza «tajantemente» las declaraciones de miembros del Ejecutivo español que «asocian al pueblo y al Gobierno de Venezuela con ETA». Por eso exige «el cese inmediato» de estas manifestaciones «ambiguas y tendenciosas» que, «de manera insistente y repetida», han realizado Rubalcaba, Jiménez y Caamaño, aunque no concreta cuáles son. Según la Cancillería, Venezuela es un país «extraño a este violento fenómeno cuya única raíz y razón de ser se encuentra en España».