Barberá no suplicará por un crédito porque la Ley le permite endeudarse

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, no va a «clamar» ni a «llorar» para que su Ayuntamiento pueda acceder a un crédito después de la modificación aprobada por el Gobierno sobre el endeudamiento municipal. Valencia no quiere ser «una excepcionalidad», porque, según dijo, «está dentro» de una Ley que le permite endeudarse hasta el 125 por ciento -ahora lo está en el 109- hasta el próximo 31 de diciembre.

Respondía así a la propuesta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) sobre la posibilidad de que haya excepciones para que ayuntamientos saneados, pero con más del 75 por ciento de endeudamiento, puedan acceder a créditos.

«Denuncio la desigualdad y la arbitrariedad y lo que defiendo es el fuero municipal. No voy a implorar ni a llorar por conseguir un millón más de crédito con estas arbitrariedades del Gobierno. No lo quiero. No caigamos en la trampa de que nos van a hacer algún favor. Si yo quiero tener más dinero hasta dentro de la Ley, lo podré solicitar hasta el día 1 de enero».

 Por otra parte, el Ayuntamiento ya ha elegido a los dos portavoces que habrán de estudiar, junto con la Generalitat valenciana, las posibilidades que tiene Valencia de obtener beneficios fiscales similares a los que ahora ostentan Madrid y Barcelona.

Así, los concejales Félix Crespo y Alfonso Grau defenderán los intereses del Consistorio capitalino, mientras que los socialistas incluyen a la portavoz municipal Carmen Alborch con el mismo fin y en medio de la polémica creada tras su renuncia a repetir en el cargo y enfrentarse en las elecciones municipales a Barberá.