Murcia

Manual de autoayuda por José Clemente

La Razón
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Uno de los recursos más habituales para publicar un libro es el socorrido manual de autoayuda, un texto que generalmente proviene de fusilar otros manuales de autoayuda o guías para superarse a sí mismo. Son esa especie de libros que duermen en los rincones más alejados de las estanterías el sueño de los justos y sólo sirven para acumular polvo, ocupar espacio y rellenar los anaqueles huérfanos de buena literatura. Pues bien, ayer el PSRM-PSOE se reunió en la sede de la calle Princesa para analizar el por qué de la mayor derrota electoral de los socialistas españoles, es decir, de sí mismos, al perder un veinte por ciento del voto más fiel y permitir una fuga de su propio electorado hacia IU-V y UPD que se han quedado a escasos 3.000 votos de lograr un escaño cada una de estas formaciones. El PSRM no solo no retuvo a su propio votante, sino que trasvasó casi 100.000 votos a sus adversarios, entre ellos, el PP que se llevó otro escaño a los siete que ya tenía. Sólo el resultado logrado por Ramón Ortiz, que superó a la cabeza de cartel al Congreso, María González Veracruz, puso la nota de color a una de las noches más aciagas que conoce el socialismo regional. Ayer se reunió la cúpula directiva para analizar las razones del desastre y ante la reiteración de vaguedades sobre las causas de la derrota alguien debió desempolvar un manual de autoayuda para estos tiempos difíciles que vienen para este partido político. El primer paso a dar, según dicho manual, es no precipitarse y esperar acontecimientos, por eso aguardarán a que sea Ferraz quien marque la hoja de ruta no vaya a ser que repita Rubalcaba y algunos aún puedan salvar la cabeza in extremis en Murcia y de ahí que el Congreso de los socialistas de la Región se postergue una semana más allá del previsto por el Comité Federal del PSOE. El segundo paso a dar, según dicho manual, consiste en hacer más fluida la relación entre el grupo parlamentario que dirige Begoña García Retegui y la actual cúpula directiva del PSRM, aunque sólo sea por razones estéticas y para evitar que la opinión pública perciba la imagen de una familia mal avenida. Y en tercer y último lugar seguirán esperando más acontecimientos. Y es precisamente aquí donde vuelven a sacar en romería a todos los fantasmas juntos, todos los que han ido acumulando derrota tras derrota. El PSRM tiene una revolución pendiente. Un partido de revoluciones que no se atreve con la principal, es decir, la suya.