fracaso escolar

El datito

La Razón
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Lo peor de los políticos es que siempre se empeñan en darle la vuelta a las informaciones para que les favorezcan. En algunos asuntos, hasta da risa, pero en otros tan fundamentales como el de la educación, provoca ganas de llorar. Sin ir más lejos, con un tema tan serio como el del abandono escolar, va el secretario de estado y se pone a argumentar respecto a lo contento que está el Gobierno por haberlo reducido en un 2,8 por ciento. Esto no resultaría tan ridículo si no fuera porque la diferencia con respecto a Europa resulta verdaderamente alarmante. A saber. Frente al habitual 28,4 por ciento de tasa de abandono español, el europeo se encuentra en un 15 por ciento. Y yo, que quieren que les diga, ni me creo que seamos los peores de la UE, ni que se pueda justificar todo por los inmigrantes ni, desde luego, que el sistema educativo español sea especialmente duro. A mí lo que me parece es que la educación es precisamente la asignatura pendiente de nuestros políticos. No se ponen de acuerdo jamás sobre ella, siempre andan cambiando los planes y las normas y al final quienes resultan desfavorecidos son los propios estudiantes. Está claro que todo lo que sea reducir lo malo, en este caso el tanto por ciento de abandono escolar, es motivo de satisfacción, pero tan pequeño y tan insuficiente, que resulta hasta vergonzoso que el responsable de turno se empeñe en celebrarlo. Pero claro, en los estertores del zapaterismo cualquier mínima mejora provoca el júbilo y el alborozo, tras tanto desastre en todos los ámbitos, incluido éste del abandono escolar, que sigue quedando pendiente para septiembre.