Jaén

«Macromanifestación» de sindicatos independientes

Plataformas contrarias al decreto celebran hoy en Sevilla una multitudinaria marcha para pedir su derogación

José Antonio Griñán, durante la pitada protagonizada por funcionarios el pasado 22 de octubre en Jaén
José Antonio Griñán, durante la pitada protagonizada por funcionarios el pasado 22 de octubre en Jaénlarazon

Sevilla- «Será la manifestación más numerosa de las convocadas hasta el momento». Los organizadores de la «macromanifestación» de funcionarios contrarios al decreto de reorganización del sector público esperan que la marcha de hoy resulte «multitudinaria» y que sirva para que el Gobierno andaluz «reacciones y derogue el documento». Una decena de sindicatos, plataformas y otros colectivos de empleados públicos han convocado el acto de protesta a las 12:00 horas en la Alameda de Hércules de Sevilla. Posteriormente, se dirigirán hasta la sede del Parlamento andaluz. Irán con pancartas y exhibirán enchufes para demostrar su descontento con el polémico decreto.
«Las protestas responden a una campaña orquestada que está basada en mentiras». El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, contestaba así el pasado 22 de octubre a la sonora pitada con la que fue recibido por un grupo de funcionarios en el conservatorio de Jaén. El decreto está provocando un rechazo sin precedentes entre los empleados de la Administración autonómica. Un movimiento que está siendo liderado por plataformas que se organizan «espontáneamente» y «sin ningún partido o ideología detrás», tal y como apunta Alicia Martos, presidenta de CSI-CSIF.
El clima de descontento en el funcionariado andaluz comenzó el pasado mes de mayo, coincidiendo con la entrada en vigor del decreto de recortes salariales. Entonces, se creó una plataforma de funcionarios independientes que lideró las protestas. Sin embargo, meses más tarde, el Gobierno andaluz planteó la reforma del sector público, que afecta a más de 23.000 empleados de la Junta.

Aumentan los integrantes
El anterior colectivo fue engrosando integrantes y pasó a llamarse Plataforma Defiendo mi Derecho y la Gestión Pública, que «fue necesitando ayuda en temas jurídicos y entonces es cuando nos unimos a ella varios sindicatos como CSI-CSIF o Safja», asegura Alfredo Pérez, presidente de la Unión Provincial de Sevilla del Safja.
Los afectados llevan a cabo un marcaje a los consejeros de la Junta y al propio Griñán. En cualquier acto público al que asisten hay un grupo de funcionarios clamando «por nuestros derechos, que no son privilegios como muchos quieren entender», sostiene Pérez.
El pistoletazo de salida fue en la inauguración de la remozada Plaza de España, donde protagonizaron una sonora protesta ante el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves. Los manifestantes convocan a sus compañeros a través del correo electrónico, blogs y redes sociales. «Todo se hace sobre la marcha y algunos compañeros se enteran y otros no», subraya Martos, quien matiza que «el sindicato propiamente dicho no convoca las pitadas a los consejeros, sino actos de protesta de envergadura». En estos ejemplos, las centrales piden los respectivos permisos a la Policía, con los itinerarios a seguir y los horarios.
Más de 100 autobuses
Tal es el caso de la manifestación de hoy. «Más de cien autobuses vendrán desde varios puntos de Andalucía», señala la presidenta de CSI-CSIF. Además, todos los martes y jueves tienen lugar concentraciones en las consejerías, delegaciones provinciales y otros departamentos de la Junta.
Frente a los grandes sindicatos –CC OO y UGT– que reciben millonarias ayudas por parte de la Administración, estos pequeños grupos lanzan iniciativas autofinanciadas. Incluso algunos ponen huchas en los centros de trabajo para sufragar carteles y pancartas, aunque defienden tanto su independencia que apenas muestran siglas ni lemas.
No obstante, las plataformas están encontrando muchas dificultades a la hora de celebrar reuniones informativas y asambleas en los centros públicos, tal y como reconoce el representante de Safja. «Últimamente, y con el recrudecimiento de las protestas, los horarios que proponemos no son admitidos por las direcciones de los centros, incluso cuando no estamos atendiendo al público», sostiene Pérez. Sin embargo, espera que este clima «tenga su resultado positivo».