Salamanca

«El Camino» se derrite al llegar a Salamanca

Los peregrinos y las mascotas ya han superado el ecuador del recorrido.

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La semana más dura para los integrantes de «El Camino», una peregrinación a Santiago que se inició hace unas semanas en defensa de los animales, ha llegado a su fin. El recorrido, desde Cáceres hasta Salamanca, era el más largo de todo el viaje, con etapas diarias que sobrepasaban los 30 kilómetros hasta acumular casi 200 esta semana. Además, la ola de calor que ha azotado estos días a la Península Ibérica se ha aliado con el terreno «rompepiernas» para convertir cada jornada en una proeza.

Las altas temperaturas han condicionado el camino justo cuando ya se ha rebasado el ecuador del recorrido. «Los burros y los caballos aguantan bien el calor, pero los perros los recogemos al mediodía y les trasladamos en los coches de asistencia de la organización», afirma Johanna Mayrhofer, una de las organizadoras del proyecto. Los peregrinos coronaron esta semana el punto más alto del trayecto: el Pico de la Dueña, con una altitud de 1.300 metros. El esfuerzo tuvo su recompensa pues apreciaron desde la cumbre un paisaje de gran belleza, con unas vistas increíbles de la escarpada Sierra de Gredos.

La anécdota de la semana llegó cuando un caballo perdió uno de los zapatos que llevaba puesto. Un voluntario volvió atrás en el camino junto al animal en busca del ansiado zapato y tuvo la suerte de dar con él. En el momento de reencontrarse con el grupo, el propio caballo y el pony de la expedición manifestaron una gran alegría y no pararon de relinchar durante los primeros minutos del reagrupamiento. Y es que, como reconoce Johanna Mayrhofer, «los animales están desarrollando grandes lazos de amistad entre ellos durante todo este tiempo».

Los aventureros llegarán mañana a Salamanca, donde serán recibidos y acompañados por la asociación de animales «El hocico». Las travesías por las grandes ciudades son muy importantes puesto que sirven para dar notoriedad a su causa, por lo que el paso por las calles charras estará acompañado de actos reivindicativos para luchar por la defensa de los animales. A partir de hoy empieza la cuenta atrás. Tan sólo restan tres semanas para llegar a Santiago, por lo que los ánimos, a pesar de la dureza, siguen intactos.
 

Detenidos tres furtivos mientras capturaban jabalíes en Badajoz
Agentes del Seprona han detenido a tres vecinos de la localidad extremeña de Cabezas del Buey (Badajoz) mientras capturaban jabalíes vivos en un coto privado de caza sin tener autorización para ello. Los delincuentes, que han sido acusados de un delito contra la fauna y de maltrato animal, utilizaban medios masivos y no selectivos para apresar a los animales. El objetivo de los furtivos era vender vivos a los jabalíes para repoblar otros espacios de caza. La Guardia Civil llevaba tiempo investigando este tipo de conductas en varias fincas de la zona ya que en el mismo área se estima que el año pasado se pudieron capturar con esta técnica más de 30 jabalíes. Dos de los cazadores detenidos, de 48 y 24 años, ya tenían antecedentes por realizar prácticas furtivas.
 

Coco, ganador de la semana
Coco es un yorkshire de 3 años que llena de alegría a su dueña Mamen. Este perro es muy juguetón y le encanta corretear en el portal de su casa. De hecho, uno de sus tantos hobbies es que su ama le tire las llaves en el portal para que él salga corriendo a por ellas, las recoja y se las devuelva a Mamen para iniciar de nuevo el juego. Otra de las características que definen a Coco es que es muy comilón. «Le da igual comerse un trozo de sandía que las flores cuando sale al parque a pasear», afirma su dueña. La historia de Coco tiene un fondo entrañable. Mamen cuenta a LA RAZÓN que fue un regalo para su madre, para animarla a que saliera adelante tras una dura operación. «Creo, sinceramente, que la ayudó a salir del bache», reconoce satisfecha la propia dueña. Su ama relata que, para conseguir meter al por entonces cachorro en el hospital, tuvieron que esconderlo en el bolso de su tía. «Era la única forma de poder introducirlo en el hospital sin que nadie se diera cuenta y nos pudiera decir algo», comenta. Lógicamente, la sorpresa que se llevó su madre fue mayúscula al ver a Coco salir del bolso.