Italia

Luna de agosto por Sabino Méndez

Brigitte Bardot escandalizó al mundo con su bikini
Brigitte Bardot escandalizó al mundo con su bikinilarazon

Puesto que mi familia posee un próspero pasado de emigración y considera que no deben perderse las buenas costumbres, pasamos los veranos viajando de un lado a otro. Dados los tiempos de crisis y los malos augurios para nuestra economía, el presente año hemos decidido hacer una incursión exploratoria en el extranjero más cercano, por si hubiera que emigrar de nuevo. Unos cuantos días en Italia han bastado para relativizar la visión que traíamos de los problemas de nuestro país. En ese sentido, la Toscana sería terapia suficiente si no fuera porque se corre el peligro de acabar cayendo en la absurda sospecha de que el mundo anda tan mal porque hay demasiados italianos. Ahora bien, cuando occidente está en crisis, nada mejora a la Costa Azul para recordar exactamente las bondades occidentales. Pese a la prima de riesgo (esa cosa que nadie sabe muy bien exactamente que es, salvo que da mucho miedo) y a que los EE UU estén cercados por el cobrador del frac chino, ruso y saudí, la luna de agosto sigue brillando con la misma lujuria y nobleza sobre la rada de Villefranche. Frente a mí, colaborando con los farolillos de la feria, su luz consigue la iluminación de la playa y perfila, al otro lado del agua, las sombras del Cap Ferrat dónde los Rolling Stones se compraron una mansión y grabaron en ella su «Exile in main street» a principios de los setenta. Un poco más allá fue dónde la Bardot escandalizó al mundo con el primer bikini. En ese mismo lugar, me comunican que el magnate ruso Abramovic acaba de comprarse una mansión de tres piscinas por cincuenta millones de euros. No importa quién vaya a ganar. Rusos, chinos o saudíes, todos querrán esto. ¿Y quién no? Occidente seguirá.