Sevilla

Sevillitas y leoncitos

La Razón
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Hay que ver la gracia que tiene el presidente del Gobierno. Tanta, que esta gracia le puede granjear un rentable futuro cuando deje próximamente la Moncloa. Igual que Endesa se ha fijado en Aznar y Gas Natural en Felipe González como conseguidores en Latinoamérica, es «vox populi» que los ojeadores de la Paramount Comedy andan sin resuello detrás de Rodríguez Zapatero para que ponga letra y sal a sus guiones.

El presidente del Gobierno está ensayando. Se divierte. El domingo, en el mitin de cierre de la Convención municipal del PSOE, comenzó resaltando la importancia planetaria de ser alcalde de Sevilla. «Siempre me habréis oído decir que ser presidente del Gobierno es un gran honor; pero ser alcalde de Sevilla, ¿eh, Juan y Alfredo?...» Esto, de entrada, ya tiene su gracia. No me digan que no. Hombre, después de que Alfonso Guerra, Rodríguez de la Borbolla o incluso el propio José Antonio Griñán –nombre que sonó en muchos mentideros– hayan dicho que ni flores a ponerse en la lista del PSOE, a Juan Espadas, como a nosotros, debió de entrarle la risa floja.

Pero como ni Juan Espadas ni el resto de la concurrencia se rió, el presidente del Gobierno debió pensar que se había puesto o muy «british» o muy gallego, así que pasó del humor inteligente a la humorada. «Hay pocas ciudades en el mundo tan bonitas como Sevilla». En ese momento alguien del público le gritó que «ninguna» y seguidamente el presidente le hizo la pared desde el atril: «Hay alguien que ha dicho que ninguna, está claro que es un sevillita».

Esta vez el plenario sí que rompió en carcajadas y al presidente del Gobierno aquello le reconfortó. ¡Qué gracia, verbigracia! Lo que no está claro es qué quería decir Zapatero con eso de sevillita. Si sevillita es ser más sevillano que nadie, pues entonces en su León natal deben llamar leoncitos a los que se sienten tremendamente-leoneses-joder. Quiero esto decir que todas las teorías acerca de que el presidente del Gobierno estaba emparentado con la genealogía de las aves palmípedas, igual que el ganso, el pelícano y el pájaro bobo, están equivocadas. Zapatero, nuestro hombre en la Moncloa, es un leoncito.

Hablando en plata, señor presidente del Gobierno, yo al único sevillita que conozco es a José Muñoz «Sevillita», que gastó patillas de boca de hacha toreando en la cuadrilla de «El Juli» y que estaba seco como el humo cuando actuó de «maleta» en la serie Juncal a las órdenes de Jaime de Armiñán. Y que conste que «Sevillita» no es de Sevilla, sino de Los Barrios.