Masa hace su campaña

MADRID- El alcalde de Rivas-Vaciamadrid (IU) se ha propuesto resucitar la «desinflada» huelga sindical contra la política educativa del PP y en concreto de Esperanza Aguirre. José Masa volvió a erigirse ayer «instigador oficial de la huelga» al permitir la colocación de una camiseta de la «marea verde» en dependencias municipales. El pasado septiembre ya utilizó la web municipal del municipio e imprimió folletos para llamar a los ripenses a la huelga. Así lo reconoció la Fiscalía en un auto al que tuvo acceso LA RAZÓN por el que archivó una denuncia de Masa al PP por advertir estos hechos. Y ayer lo volvió a hacer. El primer edil permitió, en plena campaña electoral, la colocación en la fachada del centro cultural Federico García Lorca de una camiseta de gigantes dimensiones en la que se puede leer el lema de la «marea verde» de la huelga: «Educación pública de todos y para todos».

La camiseta cuelga desde ayer de la fachada del García Lorca, situado en la plaza de la Constitución –junto al Ayuntamiento– a pesar de que es un edificio público y de que la prenda es ya un símbolo político contra PP al que IU está estrechamente vinculado. De hecho, es habitual que los concejales del Ayuntamiento de Rivas, así como los líderes regionales de la coalición de izquierdas, llevan puesta la prenda en Plenos y actos oficiales. Incluso son varios los miembros de IU que pertenecen a asociaciones que venden a través de internet las camisetas verdes de la huelga educativa.

Pero Masa tampoco ha tenido en cuenta el momento en el que ha colgado la camiseta: en periodo electoral. Y es que, según pudo saber este periódico, este centro cultural no ha sido habilitado por la Junta Electoral para colgar los carteles de las candidaturas que, aunque en este caso la camiseta de Masa no pide el voto, sí tiene connotación política. La normativa electoral establece que la propaganda a través de las pancartas y banderolas sólo podrá colocarse en los lugares reservados como gratuitos por los Ayuntamientos. Además, estos espacios deben distribuirse entre todos los partidos en función del número de votos que obtuvieron en los últimos comicios.