París
Nadal tiene otra cita con la historia
Nadal busca su quinto Roland Garros y el número uno ante Soderling, su verdugo en 2009
La derrota más dolorosa en la ca- rrera de Nadal llegó en los octavos de final de la pasada edición de Roland Garros ante Robin Soderling. De aquello hace más de un año. Rafa tendrá mañana la oportunidad de olvidar aquel tropiezo a lo grande. Afronta su quinta final en París en busca de su quinto título. Enfrente volverá a estar el sueco. La venganza vendría adornada por la reconquista del número uno del mundo, un lugar que cedió el 22 de junio de 2009 después de 46 semanas en lo más alto. «Estoy en el lugar que hubiera firmado hace tiempo», aseguró el de Manacor después de cerrar las semifinales de un «Grand Slam» más sencillas de su carrera. De las exigencias de Almagro en cuartos al «trámite» ante Melzer. El austríaco sólo inquietó mínimamente cuando los nervios se apoderaron de Rafa en el último tramo del tercer set.
Soderling vivió un partido mucho más intenso para alcanzar su segunda final en París. El sueco, del que Borg asegura que es un futuro número uno mundial, sufrió ante Berdych. Ambos son jugadores similares. Estacazo va y estacazo viene desde el fondo de la pista sin tregua. Golpes planos, saques a más de 200 kilómetros por hora. Delicadezas las justas. Soderling necesitó cinco sets y casi cuatro horas sobre la central. Cuando constató que Nadal cumplía con los pronósticos se limitó a afirmar: «Nos hemos enfrentado varias veces. Me ha ganado y le he ganado, pero siempre es bueno haberle ganado antes. Sé que pue- do hacerlo, lo he demostrado».
Nadal y Soderling se han encontrado cinco veces y el balance todavía favorece al español, aunque en sus dos últimos enfrentamien- tos la raqueta del nórdico fue superior. En París y en la pasada Copa Masters de Londres –pista rápida–, la victoria fue para Robin. Para Nadal todo eso no es más que pasado: «Ahora estoy en las mejores condiciones físicas y mentales, no como el año pasado que jugué en las peores condiciones los momentos más importantes del año». La relación entre ambos ha pasado por momentos complicados, aunque ahora Rafa reconoce que es de lo más «normal». Las tensiones comenzaron en Wimbledon 2007 en un partido que comenzó un sábado, pero que la lluvia prolongó hasta el miércoles. El actual Soderling no tiene mucho que ver con el que cayó en aquella tercera ronda en Londres. Ahora es mucho más sólido. «Quizá no es de los que mejor se mueva en la pista, pero siempre juega muy largo y hay veces en las que es imparable», asegura Rafa antes de una nueva cita con la historia.