Música
El posado navideño de Preysler filtrado por Jesús MARIÑAS
De la mano de Porcelanosa, Isabel Preysler viajó a Edimburgo acompañada de su hija Ana, a la que su padre Miguel Boyer ya autoriza a viajar por motivos comerciales y pronto se convertirá en la digna sucesora de Tamara y Chábeli. Tras intentar convencer a Cayetana de Alba para que integrase el pintoresco grupo publicitario, ella viajó a Edimburgo sólo con su hija Eugenia, que no está de buena esperanza, ni ganas; con 42 ya no anda para estos trotes. Sorprende que no se haya incluido este reportaje en la revista «¡Hola!». La pregunta iba de boca en boca sin llegar a entender la postergación de fotografías del clásico posado de Isabel revestida de un verde muy navideño.
No se entiende que, si iba a dar la exclusiva esta revista, que publica habitualmente dichas excursiones tan remuneradas donde todos pasan por taquilla, las instantáneas llegasen a las redacciones de «Diez minutos», «Semana» o «Lecturas». Y las brindaban a un precio ínfimo. Hubo desconcierto, regocijo y cierta cautela hasta que la agencia distribuidora lo aclaró todo: había sido un desacierto que tildaron de «equivocación, despiste o garrafal error». «Esto no es para vender», así justificaron su pifia.
Porque el reportaje oficial y obligado lo puso en el mercado un fotógrafo inglés cuando no podía ser visto y así será, hasta meterlo en uno de los extras navideños de nuestro corazón más internacional. Todos salen muy compuestos, con cara de Pascuas, pero sin chimenea encendida o el atrezzo de Papá Noel. Ha sido un fiasco garrafal porque les costó un pastón desplazar a esa gente y lo obtenido ya no es exclusiva porque ha sido visionado por directores de todos los medios. Las demás revistas del «cuore» se frotan las manos ante tan colosal desconcierto. Manuel Colonques, presidente de Porcelanosa, debería tomar medidas ante lo sucedido.
Pero hasta que llegue la Navidad, «¡Hola!» sacó esta semana en su portada a Paz Vega mostrando la cara de Lennon, su tercer hijo. Cuando salió de la clínica lo enseño, pero ladina y cautelosamente evitó mostrar su carita rosada a fin de mantener a flote la correspondiente exclusiva. Se lo saben todo con tal de preservar el «money». Por eso la pareja vive de esto más que de hacer películas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar