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«El destino quiso que Ruth y José pasaran poco tiempo en la Tierra»

La madre de los niños desaparecidos en Córdoba reaparece en una misa en memoria de sus hijos, que se convirtió en un canto a la vida. La familia seguirá luchando «hasta que se haga justicia»

Ruth Ortiz, a su llegada a Córdoba, con su tía Rafaela Ramos (izda.) y su madre, Obdulia
Ruth Ortiz, a su llegada a Córdoba, con su tía Rafaela Ramos (izda.) y su madre, Obdulialarazon

MADRID- Después de varios meses alejada de los focos, Ruth Ortiz, madre de los niños desaparecidos en Córdoba el 8 de octubre del año pasado, reapareció ayer en una eucaristía multitudinaria celebrada en la catedral de Córdoba, que fue oficiada por el obispo de la ciudad, Demetrio Fernández. Conocer el resultado de los análisis forenses que confirmaban que los restos de Las Quemadillas eran de dos niños de corta edad supuso un duro golpe para esta madre, que ha luchado lo indecible para encontrar a sus hijos. Esta noticia acabó con sus esperanzas de golpe y confirmó sus peores sospechas. Familiares y psicólogos han trabajado para ayudarla a salir adelante. Ese momento se produjo en la tarde de ayer, en la que dio un paso al frente y cerró la misa en memoria de sus hijos con unas palabras de esperanza y de gratitud por todo lo que le dieron en vida. «Gracias por el tiempo que compartimos y disfrutamos. Siempre he tenido el convencimiento de que las vidas no son nuestras. Llegamos al mundo con un tiempo marcado. El destino ha querido que fueran niños durante poco tiempo en la Tierra y fueran al cielo como ángeles».

Con gran aplomo y entereza, insistió en agradecerles «todo lo que nos dieron. Por sus sonrisas, por su inocencia, ternura y cariño. Y por los momentos de felicidad. Ellos seguirán vivos en nuestros corazones». Por ello, les pidió Ortiz que le transmitan «fuerza, alegría, ilusión y esperanza para lograr un mundo mejor». Finalmente recurrió a una canción para insistir en la idea de que «con más gente, a favor de gente, en cada pueblo o nación, habría menos gente difícil y más gente con corazón».

Tras su intervención, todos los asistentes se pusieron en pie y premiaron con un aplauso la entereza de una madre, de una mujer que afronta con esperanza una nueva vida sin sus dos hijos.

Ruth Ortiz estuvo arropada por un gran número de familiares y amigos. Entre ellos, los ocupantes de dos autobuses llegados desde Huelva, que no quisieron faltar a la cita. El primero en participar fue Toni Santiago, portavoz de la Plataforma Justicia para Ruth y José, que dijo en la primera lectura que los ángeles han servido de guía a Ruth y José. A continuación, Esther Chaves, portavoz de la familia materna, recordó que «Ruth y José son ahora nuestros ángeles custodios». La liturgia de las ofrendas también correspondió a los familiares, que llevaron hasta el altar una vela, un ramo de flores, pan y vino. La abuela de los niños, que también pasa por un momento difícil, portó el alimento y el hermano de Ruth se encargó del vino.

Los niños fueron los protagonistas y cerca de un centenar de alumnos del colegio Santísima Trinidad escucharon y participaron en la liturgia. No en vano, ayer era la festividad de los santos ángeles custodios. El obispo comenzó su homilía recordando estos meses de sufrimiento: «No podíamos imaginar que su final hubiera sido tan terrible. Nuestro primer sentimiento ha sido de horror, de un horror tremendo. Cómo habrán sufrido estos angelitos, cómo es posible que en el corazón de una persona humana haya tanta capacidad para hacer el mal. ¡Qué horror, qué horror! Que Dios y los tribunales juzguen al autor de este crimen», reclamó.

A pesar de todo, indicó que no siente «ni odio ni venganza», sino «compasión por una persona que ha perdido lo más elemental de su dignidad». «Los niños no se han ido, su alma no ha sido pulverizada por las llamas, es inmortal», afirmó.
Fernández agradeció las muestras de apoyo. «Tu sufrimiento ha sido el de mucha gente, en Córdoba, en Huelva, en España... Un sufrimiento que ha traspasado fronteras. La solidaridad ha superado con creces la crueldad de los hechos», indicó mirando a la madre de los niños. Asimismo, el obispo aprovechó para recordar el reto de los vivos para que los niños no sufran y para que «ninguna madre asesine al hijo que lleva en sus entrañas».

A la salida de la misa, su primo Juan David confesó a este diario que, «al principio de la eucaristía, Ruth ha pasado un mal momento, pero poco a poco se ha recuperado y ha acabado con entereza». Juan David dijo que «no se puede pasar página» y aclaró que seguirán «luchando para que se haga justicia y que todos aquellos que tengan algo que ver que lo paguen». «Ahora, sólo queremos poder enterrarlos y tener un sitio «donde llevarles flores y llorarlos», confesó.

Bretón será juzgado el 10 de abril por dar una bofetada a su hijo
José Bretón se sentará en el banquillo de los acusados el 10 de abril de 2013 por los supuestos malos tratos a su hijo en el centro comercial El Arcángel de Córdoba capital. Así lo han confirmado fuentes cercanas al caso, al tiempo que han detallado que el juicio se celebrará en el Juzgado de lo Penal número 3 de Córdoba. El Ministerio Público solicita nueve meses de prisión; la acusación particular, ejercida por la madre de los niños, Ruth Ortiz, pide un año de cárcel, y la defensa, la libre absolución. Según la calificación fiscal, la tarde noche de un sábado de agosto de 2011, Bretón se encontraba con su esposa y sus dos hijos y otro matrimonio amigo en un establecimiento de comida rápida del centro comercial El Arcángel. En un momento en el que el hijo, de menos de dos años de edad, «se puso a chupar una mesa» del local, el padre «le dio un bofetón en la cara, sin que dicha acción le causara al menor lesión alguna». La acusación particular añade en su escrito que en el momento de la supuesta bofetada, que Bretón propinó al pequeño «para reprimir la conducta» de chupar la mesa, Ruth Ortiz no estaba presente porque había ido junto al amigo a pedir unas consumiciones. El menor «ni lloró ni se quejó por la agresión, quedándose simplemente inmóvil», como indica la acusación. La madre conoció los hechos durante la instrucción del caso de la desaparición de sus hijos. Por otra parte, Bretón deberá enfrentarse a un jurado popular después de que el Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba rechazara el recurso de reforma contra la incoación de la causa por el procedimiento de la Ley del Jurado.