Consejo de Ministros
El Gobierno retrasa otra vez la Ley de Ciencia
MADRID- El pasado 7 de mayo, el Consejo de Ministros daba luz verde al proyecto de Ley de Ciencia, versión definitiva del borrador que se ha venido manejando desde marzo por el departamento de Cristina Garmendia y los agentes implicados. Diez días después del visto bueno de Moncloa, diputados y senadores continúan sin conocer de primera mano la versión definitiva que se tramitará, según confirmaron a este diario fuentes de ambas cámaras.Los parlamentarios están, pues, a la espera de ver cómo queda el redactado para pronunciarse sobre él. La ausencia de texto inquieta a diputados y senadores de los grupos de la oposición, a los que desde el Gobierno se les ha pedido «consenso», pero que carecen de información concreta sobre la que pronunciarse.La situación no es la habitual. Todos los anteproyectos de ley que se aprueban en Consejo de Ministros suelen llegar al Congreso de los Diputados el mismo viernes de su visto bueno o a la mañana siguiente. No es hasta unos días después, el martes, cuando la mesa de la Cámara se reúne y le da la conformidad necesaria. A partir de ahí, el texto es accesible para todo aquel que quiera descargárselo en la página web, incluidos los diputados, si bien éstos suelen conocer los párrafos de antemano, normalmente por deferencia del ministerio implicado.No ha sido el caso de esta ley. Si bien Ciencia les hizo llegar un borrador del anteproyecto a los grupos parlamentarios en febrero, semanas antes de que el Consejo de Ministros revisara y diera luz verde a ese texto el pasado 12 de marzo, a una semana de haberse aprobado el proyecto definitivo, nadie sabe hasta qué punto concuerda con la versión que han visto y conocen. Desde el Ministerio confirman que no hay ninguna obligatoriedad de presentar la ley exactamente al día siguiente de su discusión en Consejo de Ministros y que, en el caso de este proyecto, estaba siendo sometido a unos «últimos retoques».Aunque la cuestión de plazos podría no tener trascendencia, en el caso de la Ley de Ciencia llueve sobre mojado. La norma se anunció a bombo y platillo con la creación del Ministerio al inicio de la Legislatura, en abril de 2008. Iba a sustituir a la obsoleta Ley de Ciencia de 1986 y propiciar el cambio de modelo productivo de España, del ladrillo a la investigación. Meses después del anuncio se distribuyó un primer borrador de tanteo en febrero de 2009, pero la iniciativa quedó en dique seco durante casi un año.
Promesas que no lleganCuando Felipe Pétriz llegó a la secretaría de Estado de Investigación a finales del año pasado se apresuró a reunirse con los agentes implicados y sacó adelante el borrador en marzo. Dos meses después, con un texto que nadie ha visto y unas propuestas sobre la carrera profesional que no convencen a los investigadores, la llave que iba a «facilitar el cambio de modelo productivo», tal y como la «vendió» el Gobierno, no llega. Y en los tiempos que corren, sus promesas se esperan como agua de mayo.
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