Barcelona
La Generalitat rebajará el IRPF de las rentas de más de 120000 euros
La medida afectará a 50.000 ciudadanos en Cataluña y la Generalitat dejará de ingresar 150 millones.
BARCELONA- La Generalitat rebajará los impuestos a aquellas rentas superiores a los 120.000 euros. El conseller de Economía, Andreu Mas–Colell, avanzó ayer que el ejecutivo catalán dará marcha atrás a la medida adoptada por el tripartito en julio de 2010, de aumentar dos puntos el porcentaje del IRPF para las rentas más altas. Ya entonces el líder de la oposición y actual president de la Generalitat, Artur Mas, anunció que si gobernaba revocaría esta medida. Dicho y casi hecho, a falta de concretar la fecha exacta, la rebaja que prepara el departamento de Economía afectaría a unas 50.000 personas.
El anuncio provocó un alud de reacciones que culminó con una escueta nota de la conselleria a las 21.47 horas en la que matizaba que la Generalitat «no reducirá ningún impuesto hasta que no termine el proceso de ajuste de la economía catalana».
Mas–Colell, sin embargo, explicó, en declaraciones a Ep, que el aumento del tripartito tiene poco sentido ya que puede provocar cambios de domicilios y, por lo tanto, una fuga de contribuyentes a otras comunidades con impuestos más bajos. «Es de sentido común si tenemos en cuenta que la distancia en tren de Barcelona en Madrid es de dos horas y media y que los directivos pueden estar viviendo la mitad de la semana en Barcelona y la otra en Madrid», apuntó. El gobierno rescatará, pues, los tipos anteriores al aumento del tripartito: el 43 por ciento para rentas superiores a los 120.000 euros anuales. La medida beneficiará a unas 50.000 personas, sobre todo directivos, profesionales y empresarios.
El tripartito, a instancias de ICV, aprobó en julio del 2010 este aumento de dos puntos en el tramo autonómico del IRPF. Las rentas más altas pasaban a tributar al 45 por ciento. Con carácter progresivo, el ejecutivo catalán también decidió incrementar cuatro puntos adicionales el impuesto sobre la renta a quienes percibiesen ingresos superiores a los 175.000 euros anuales, grabándolos del 45 al 47 por ciento. El gobierno aseguró que con esta medida se recaudarían 150 millones de euros.
Esta decisión estuvo rodeada de polémica. Sobre todo, entre los propios miembros del tripartito, que no compartían la medida. El entonces consejero de Economía, Antoni Castells, se mostró muy reticente en cuanto al aumento impositivo a pesar de que al final lo acabó aplicando.
El anuncio de la Generalitat no dejó indiferente a nadie. Los dirigentes de ERC y de ICV lo calificaron de «inaceptable». El secretario general de ERC, Joan Ridao, tachó de «paradójico» que, por un lado, el Govern reclame al Estado el pago de 1.450 millones de euros y por otro rebaje el IRPF.
Desde Iniciativa per Catalunya, Joan Herrera, acusó al Govern de ser «muy descarado» por aplicar recortes y a la vez bajar impuestos.: «Este es un gobierno que tiene dinero para eliminar el impuesto de sucesiones para 500 familias y para bajarlo a quien gana más de 120.000 euros».
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