Sin techo

La acampada se erige en ciudad-estado

La política y la indignación dejó paso a la fiesta en la jornada de reflexión. Por este motivo, los acampados en la Puerta del Sol convocaron sólo una Asamblea y únicamente se reunieron los grupos de trabajo para seguir mejorando su programa.

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Como si de un pueblo se tratase, ayer los «indignados» celebraron con un concierto y una batucada el éxito que esta concentración está teniendo. Su continuidad en la plaza madrileña depende principalmente de la solidaridad de la gente y de las iniciativas que nacen del seno del movimiento. La ciudad improvisada cuenta cada vez con más tiendas de campaña, más vecinos y más espacios para desarrollar sus actividades. La última novedad es un simbólico huerto ecológico en una de las fuentes simétricas. Junto a la guardería o la enfermería, todos los espacios creados constituyen parte del buen funcionamiento del campamento. Durante la mañana se realizaron otras actividades como el taller de clown, en el que hicieron una parodia del panorama español, así como una burla a los banqueros. Y es que son muchos los que individualmente se quejaron a su manera.

Un hombre mayor con bicicleta, megáfono y una pancarta a modo de estandarte o un mimo con mensaje incluido para Zapatero. Más tarde, una batucada bajó por la calle Preciados y las aglomeraciones se intensificaron. Lo más destacado del día fue la presencia de turistas en la plaza y la normalidad con la que ya ve la gente el campamento. Por la tarde, la comisión de Alimentación se encargó de repartir la merienda ya que tienen gran cantidad de fruta y alimentos, todos donados por hosteleros y particulares. A pesar de ser una fiesta para ellos, numerosos carteles advierten de que está prohibido beber para no dar motivos de desalojo. Su organización llega a ser tal que ya disponen de bastantes altavoces, por los que anuncian continuamente las actividades que van a tener lugar o las necesidades más prioritarias del campamento, como son los materiales para sostener las infraestructuras o el llamamiento y agradecimiento a los voluntarios que forman parte de la acampada.