España
El regreso de Benzema
Después de un comienzo de temporada muy gris, el francés reaparece en un momento clave «inventándose» un gol que ayudó a la remontada
MADRID- La temporada pasada Benzema fue un jugador distinto al que había sido desde que llegó a España. La timidez, la apatía y la falta de intensidad que le acompañaban desde que se vistió de blanco por primera vez se convirtieron en hambre de gol, puntería, compromiso defensivo y una capacidad de asociación en el juego colectivo imposible para los otros delanteros del equipo. Incluso estaba más fino físicamente. Por eso, antes de la Eurocopa, la apuesta por él como «Pichichi» del trofeo continental no era nada descabellada.
No marcó ningún gol en Ucrania y Polonia y las vacaciones tampoco le sirvieron para volver a conectarse. El comienzo de curso trajo de nuevo al Benzema de sus primeros días en Madrid, una versión a la que empezaba a acercarse peligrosamente estos días. Higuaín le había ganado el puesto de titular con facilidad y empezaba a jugar otra vez con cara de pena.
Ayer empezó de nuevo en el banquillo, pero fue llamado por Mourinho cuando las cosas se empezaban a complicar. Y en el mejor momento, cuando más le necesitaba su equipo, el galo hizo click. Hizo memoria de la temporada pasada y se revolvió en la frontal del área para apuñalar a Hart con un remate junto al palo. Imposible para el guardameta inglés y una bendición para el Madrid, que empataba un partido clave. Además, el gol tenía un significado más valioso, porque él solo se había inventado el tanto, tirando de esa madurez que le había vuelto a colocar entre los mejores atacantes después de su titubeante inicio en el Real Madrid. Él igualó por segunda vez el marcador para que luego Cristiano Ronaldo hiciese feliz al madridismo.
Antes, Marcelo había neutralizado el tanto de Dzeko con otro que le confirma como uno de los recursos más efectivos de los blancos en ataque, por mucho que en su DNI ponga que su profesión es la de defensa. El Madrid no encontraba el camino hacia el gol y el brasileño se lo enseñó con su calidad y su llegada desde atrás. Otra vez fue el mejor socio de Cristiano, mientras hacía olvidar a su técnico la tentación de poner a Coentrao por su mayor concentración defensiva. En un partido de la máxima exigencia, Marcelo mantuvo su puesto y el planteamiento de Mancini le permitió ser feliz con la pelota sin correr hacia atrás.
Él comenzó el trabajo que continuó Benzema con un remate seco y que puede ser un punto de inflexión personal en su temporada. En Vallecas se podrá comprobar si es así.
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