La Junta dice ahora que nunca habló de «caja única» y carga contra el PP

SEVILLA- El Gobierno andaluz reaccionó ayer de forma singular ante el anuncio de fusión entre Cajasol y Banca Cívica (Caja Canarias, Caja Navarra y Caja de Burgos), una operación que entierra definitivamente las aspiraciones de conseguir una gran caja en la comunidad. Por un lado, Junta y PSOE-A arremetieron contra el PP-A por boicotear el consenso en torno al proceso de integración. Por otro, marcaron distancias respecto a un objetivo que lanzó Chaves hace más de una década. El presidente de la Junta llegó incluso a decir que nunca había hablado de «caja única». Ni uno ni otro argumento son estrictamente ciertos.

En cuanto al primero, hay que recordar que el presidente del PP-A, Javier Arenas, recogió el guante lanzado por Griñán y le mostró su apoyo en la reunión bilateral que mantuvieron en la Casa Rosa el pasado 29 de junio, dentro de la ronda de contactos que abrió el máximo mandatario andaluz. De ahí que llamen la atención las declaraciones de la consejera de Presidencia, Mar Moreno, asegurando que el PP puso los palos en las ruedas del consenso para frustrar las operaciones de Cajasur –adjudicada a la BBK– y de CajaGranada –que ha emprendido una «fusión fría» con cajas del Levante–. En la misma línea, la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, dijo que la «complicidad» del PP con el Cabildo de Córdoba provocó que Cajasur saliera de Andalucía: «El primer misil al sistema financiero de esta tierra», apostilló. El portavoz parlamentario socialista, Mario Jiménez, fue incluso más allá: «El señor Arenas no tiene límites en su carrera ofensiva por el poder frente al sentido común, a la racionalidad y a la responsabilidad en el Gobierno que el PSOE está haciendo en todas las cuestiones, incluido el sistema financiero de la comunidad».

El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, pidió sin embargo a Griñán que «no busque culpables». «Todo esto es fruto de la falta de peso político de Griñán y de la ausencia de modelo en Andalucía».

En cuanto al segundo argumento, es preciso recordar el diario de sesiones del 24 de junio, cuando Griñán llamó a todos los partidos a remar juntos a favor de una gran caja, evitando así que Cajasur saliera del ámbito de la comunidad. «El Gobierno andaluz trabaja para que todo este proceso de reestruturación del sector financiero pueda desembocar en la configuración de una gran caja, una gran entidad netamente andaluza, que además se situaría en una de las primeras entidades del ránking de crédito nacional». «Éste es–abundó– un objetivo importante y posible» y por eso invitó «a todas las cajas, a sus presidentes, a sus consejos de administración, a todos los órganos decisorios (...) a que trabajen en la construcción de este gran proyecto de integración financiera». A pesar de que Griñán se intentara aliar ayer con el lenguaje, ¿no era a una caja única a lo que llamó a rebato en el Parlamento hace sólo cinco meses? Asimismo, frente a la versión del Gobierno andaluz, que el jueves dijo desconocer oficial u oficiosamente los planes de Cajasol, Susana Díaz explicó ayer que el presidente de la entidad sevillana mantuvo con el partido «distintas conversaciones» en las que informó de la decisión, recoge Efe.

Como en los viejos tiempos
La vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Magdalena Álvarez, y el presidente de Unicaja, Braulio Medel, suscribieron ayer un acuerdo por el que completan un volumen total de financiación de 400 millones de euros para pymes y entes locales. La imagen recordó a otros tiempos. A cuando Magdalena Álvarez era consejera de Economía y Hacienda e impulsaba junto a Chaves el frustrado proyecto de caja única. Claro que, entonces, la malagueña no cobraba lo que ahora: 20.000 euros al mes.