Teruel

La verdad y el clima

En televisión, la única verdad que tiene libertad de movimientos es la meteorológica. Aunque la verdad sólo sea una previsión, un porcentaje, que luego llega a la calle y tiene que contrastarse.

La Razón
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Como el espectador está cansado de medias verdades, que son las que programan delante con obstinación, la información del parte del tiempo dura más. Para compensar. Se puede hablar del tiempo, que normalmente tiene el tono de una amenaza, de una alerta, y los televidentes no se colocan en posición defensiva, como pasa con las «verdades políticas».Hoy hace calor o frío, amigo, y se aborda el asunto con un diálogo que normalmente sólo lleva la pimienta del matiz, pero no la gresca ni el levantamiento en armas. En su autobiografía, Jesús Pardo, cuenta la historia de un censor franquista que para evitarles disgustos a los pastores de Teruel, cambiaba la previsión y aseguraba que no iba a haber lluvias sabiendo con certeza que el cielo se iba a venir abajo. Los pastores se jodían, esperando que algún día el sol le llevara la contraria a la censura. En esto, hemos ganado, aunque se confirma que seguimos siendo animales climáticos y económicos. En España, se apuesta a la ruleta del tiempo cuando el jueves santo es fecha en rojo y luego todo se cimbrea porque el turismo no es una economía con capota, como las industrias del acero.Se queja Cospedal de TVE, pero en las televisiones públicas, según sea el color dominante, el acuerdo apenas alcanza el mapa del tiempo.