Madrid 2020
Recuperar la ilusión
Podemos elegir estar bien o estar mal. Hundirnos o salir adelante. Pero la gran noticia –para bien o para mal–, será siempre la elección que hagamos. Lo escuchamos todos los días: las crisis no son una catástrofe. Al contrario, pueden ser una estupenda ocasión de crecimiento. De avance personal. Pero sólo si se saben aprovechar. Ante las adversidades, podemos hundirnos pero también reaccionar. La valentía y la determinación son siempre una elección personal. Descubrir nuevas oportunidades dependerá siempre de nuestras propias actitudes y conductas. De nuestro empeño y cordura. Pero el seso hay que ganárselo. Las sociedades, como las personas, tenemos que convencernos de que todo en la vida es cuestión de esfuerzos. De trabajar el hoy, aquí y ahora. De cambiar de camino cuando hay que hacerlo, sin olvidar que las metas «tienen que ser estimulantes, pero realistas y proporcionadas, nunca inalcanzables». A todos nos cuesta mantener el sosiego en el desasodiego. A la vista está. Pero los españoles sabemos recuperar la ilusión cuando hay proyecto y hay liderazgo. Es tal vez esto, o así al menos me lo parece a mí, lo que más falta nos está haciendo. Una última reflexión: por eso es tan importante que no nos ahoguemos en la queja estéril. Que dejemos a un lado las medias verdades y, lo que es más importante, actuemos con decisión de acuerdo con nuestros propósitos y convicciones para recuperar la ilusión.
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