Publio Cordón murió a los 15 días del secuestro al intentar huir

MADRID-La Guardia Civil, en estrecha colaboración con la DCRI (Servicios de Información) franceses, ha registrado hasta mil casas de la zona de Lyon hasta dar con el inmueble en el que estuvo secuestrado, durante 16 días dentro de un armario-zulo, el industrial Publio Cordón. Murió como consecuencia de las heridas que se produjo al caer desde un primer piso, cuando huía por una ventana de sus captores, dos semanas después de haber sido retenido en contra de su voluntad.

Agentes de la Benemérita y sus colegas franceses han desarrollado la «operación Domus», que, además de la localización de la casa, se ha saldado con la detención de tres miembros de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO): José Manuel Ramón Teijelo, Manuela Ontanilla y Vicente Sarasa, imputados en el secuestro.

En Sevilla
Los dos primeros, que son matrimonio, fueron detenidos en Sevilla, y el tercero en Cádiz.
La localización de la vivienda, situada en los alrededores de Lyon, en una zona tranquila con pocos vecinos, ha supuesto miles de horas de trabajo. Se tenían algunos datos de la vivienda, de sus características, pero había que encontrarla...

Las sucesivas operaciones desarrolladas por la Benemérita contra los GRAPO habían permitido a los agentes recopilar numerosos datos y se había llegado a la conclusión de que, durante el tiempo que duró el secuestro, había existido un problema que los terroristas trataron de ocultar. Los investigadores no tardaron en resolver el enigma.

Los pistoleros, tras el cobro del rescate (400 millones de las antiguas pesetas), cuando Cordón ya estaba muerto y enterrado en un paraje del Mont Ventoux, habían hecho creer a la familia, y a la opinión pública, que lo habían liberado en Barcelona. Se trataba de una falsedad, con los tintes de crueldad de una organización tan fanatizada como son los GRAPO.

Una vez establecida la hipótesis de que Cordón estaba muerto, los investigadores, según fuentes del Ministerio del Interior, se centraron, principalmente, en la localización del cuerpo, y en esclarecer los hechos acaecidos desde el mismo momento del secuestro hasta el cobro del rescate, entre ellos, el traslado desde la localidad de Zaragoza hasta el inmueble de una localidad francesa, donde permaneció retenido, y el traslado hasta el lugar del enterramiento.

Durante estas pesquisas, –agregan las mismas fuentes– obtuvieron pistas que apuntaban a una casa en las cercanías de Lyon como el lugar donde podía haber estado secuestrado Cordón. Las gestiones se dilataron en el tiempo, debido a que fue necesario el estudio de una zona de terreno de unos 60 kilómetros de radio.

El estudio, de una gran complejidad, se realizó por el sistema de discriminación de aquellas viviendas, cuyas características no se ajustaban a las de la que se buscaba. La operación, al final, culminó con éxito y se localizó la casa, alquilada con documentación falsa por José Antonio Ramón a principios de junio de 1995, días antes de producirse el secuestro.
 
El ministro del Interi or, Jorge Fernández Díaz, dio ayer por «definitivamente esclarecido» el secuestro de Cordón, a la espera de que aparezca el cuerpo, que fue enterrado en el Mont Ventoux.

Con una cadena
Sobre la vivienda en la que había permanecido retenido el industrial, señaló que en la segunda planta había un «armario-zulo cerrado con una cadena». Todo apunta a que el empresario falleció 15 o 16 días después de haber sido secuestrado, por las marcas con «palotes» que han encontrado, que indicaban las dos semanas. Primero escribió «1SE», con siete «palotes tachados y luego «2SE», con otros siete. Las investigaciones hacen sospechar que Cordón consiguió romper la cadena e intentó escapar por la ventana. Al descubrirlo, en la precipitación por huir cayó al suelo y sufrió las heridas que le ocasionarían la muerte.

El ministro confirmó que se sabe que el empresario fue enterrado en el Mont Ventoux y mostró su esperanza de que «con las nuevas pruebas se puedan obtener indicios» que ayuden a localizar el cuerpo. «La operación sigue abierta».