La banda pretende que se ignore a las víctimas

Madrid- Uno de los asuntos más importantes del documento de ETA se refiere a las órdenes que ha dado a sus presos para que no pidan perdón a las víctimas ni les paguen el dinero que les deben en concepto de responsabilidad. Así lo publicó LA RAZÓN el pasado 28 de diciembre. Las víctimas se han convertido en una auténtica obsesión para la banda, ya que, según la interpretación de los terroristas, les impiden avanzar en el «proceso». «Son los sherpas (guías) de la represión y han asumido el papel de alimentadores del conflicto», se afirma en el citado documento. Los pistoleros pretenden que sus presos salgan a la calle y que los crímenes que han cometido desaparezcan de la historia, como si nada hubiera pasado. ETA quiere dar una siniestra «utilidad» doble a las personas que ha asesinado.

Cuando las mataron, para que formaran parte de su estrategia de terror e imposición independentista. Y ahora, que les estorban, intenta que se conviertan en testigos invisibles, mudos y ciegos de un «proceso» que se inició en la anterior legislatura y al que el nuevo Gobierno del Partido Popular ha puesto freno.

Es como acabar con su vida dos veces: la primera, a tiros o con bombas y la segunda, mediante el olvido.